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Mujer asegura que Ejército de Nicaragua asesinó y descuartizó a sus hijos y esposo

A casi 6 años Elea Valle sigue sin recibir justicia.

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“A mi hija la violaron, la torturaron, la colgaron de un árbol y a mi niño ni digamos, lo descuartizaron, le quitaron sus manos”, este es el doloroso relato de la nicaragüense Elea Valle, una mujer que ha sido víctima del Ejército de Nicaragua.

En 2017 sufrió el asesinato de su esposo y de sus hijos, una adolescente de 16 años y un pequeño de 12 años.

Elea Valle víctima de Ejército de Nicaragua
Ellos son los hijos de Elea Valle. (Cortesía)

Iban a encontrarse con sus padres, allí es donde los asesinaron en el 2017, el 12 de noviembre, a las 5 de la mañana, los asesinaron en La Cruz de Río Grande, en Matagalpa, a mi hija la violaron, la torturaron, la guindaron de un árbol, todo eso le hicieron y el niño mejor dicho lo despedazaron al pasarle las balas, sus bracitos se le arrancaron, le despedazaron su pecho, quedó pasconeado a balazos”, con tristeza y dolor Valle contó este hecho a La Teja.

No pudo despedirse

Los cuerpos de sus familiares no le fueron entregados, este caso fue denunciado ante organismos de derechos humanos nicaragüenses e internacionales y hasta la fecha no ha logrado obtener justicia.

“Tuve que poner la denuncia porque para mí fue duro cuando a mis hijos y a mi esposo los asesinaron, y con todo eso me salí a la ciudad y puse la denuncia para que me entregan a los cuerpos y no me los entregaron”, dijo muy dolida Valle.

Elea Valle víctima de Ejército de Nicaragua
Esposo de Elea Valle asesinado por el Ejército de Nicaragua.

Elea recuerda que ella fue al lugar donde asesinaron a sus familiares y que cuando llegó le dijeron que ella no había querido recoger los cuerpos de sus hijos y esposo.

“Me dijeron que ellos los habían entregado a la Policía y que yo no me los quise llevar. ¡Mentira, son mentiras! En ningún momento yo vi a policías, yo lo que vi fue al Ejército cuando yo iba de camino, ellos estaban tirados y los entregaron hasta el lunes a las tres y media de la tarde, pero a quien se los entregaron a los de la comunidad, y dijeron que no había permiso porque la meta de ellos era quemarlos”, recordó Valle.

De acuerdo con Elea, el Ejército no quiso entregarle los cuerpos para ocultar las huellas que los incriminaran en esta masacre.

“No daban permiso porque sabían lo que habían hecho con las criaturas, sabían lo que le hicieron a la niña que la violaron, y para que los médicos de Medicina Legal no le hicieran examenes y supieran lo que ellos habían hecho, como los asesinaron, como violan a las niñas, queman los cuerpos para no dejar evidencia, por eso fue que no los entregaron”, dijo.

Valle compartió fotos de los cuerpos de los menores y su esposo, pero por ser demasiado fuertes y por respeto a las víctimas como medio de comunicación decidimos no publicarlas.

A la espera de asilo político

Debito a todas estas agresiones y hechos violentos y de inseguridad desde 2021 Valle tomó la decisión de exiliarse en Costa Rica con sus otros dos hijos para evitar que el régimen de Daniel Ortega vuelva a hacerle daño; sin embargo, la resolución de asilo político no ha sido respondida por las autoridades de Costa Rica.

“Yo en Nicaragua ya no podía vivir, y tuve que exiliarme, aun no me han aprobado el asilo porque de momento solo tengo el carnet de solicitante, nada más, y cuanto deseara que me lo aprobara”, aseguró Valle.

Encuentro con Elea Valle

Durante la actividad que se llevó a cabo este domingo en la plaza de Democracia, en San José, la nicaragüense se hizo presente para pedir justicia por sus hijos y esposo asesinados por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, este evento fue dirigido por el Movimiento Unidad Democrática para exigir la liberación de los presos políticos que continúan en las prisiones de Nicaragua y justicia por todos los asesinados.

Este domingo un grupo de nicaragúenses se manifestó en la plaza de la Democracia exigiendo la liberación de los presos políticos en Nicaragua. (MAYELA LOPEZ)

En este evento se hicieron presente, al menos, 40 nicaragüenses que acudieron a la convocatoria para también pedir por el obispo Rolando Álvarez, quien se encuentra detenido en la cárcel La Modelo en Nicaragua.

Elea Valle teme por su vida.

“Si pudieran ocultar mi rostro para evitar que los sapos que tiene el dictador aquí en Costa Rica me reconozcan sería bueno, porque yo no me siento tan segura aquí, vivo el miedo que me puedan hacer algo a mi o a mis hijos”.

Valle asegura que necesita ayuda sicológica por todo lo que ha pasado.

“Ha sido duro todo para mí, yo sé que necesito ayuda, pero no he podido visitar un sicólogo”, señaló.

Daniel Ortega tiene preso al obispo Rolando Álvarez.
Wilmer Madrigal Amador

Wilmer Madrigal Amador

Licenciado en Periodismo en la Universidad de Managua. Periodista, con experiencia en nacionales, sucesos, política y migración. Antes trabajó en 100 % Noticias y Onda Local.

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