Más de una funeraria habría deseado cafetear a don Gonzálo Martínez, más conocido como don Chalo, quien se hizo famoso luego de que en varias páginas de"noticias" en Facebook aseguraran que fue atropellado en los bloqueos de las protestas que realizaron los traileros esta semana.
A este supuesto vecino de Guápiles lo mataron el miércoles por la noche en ese lugar, en uno de tantos bloqueos en los que pedían la salida del entonces ministro de Educación, Edgar Mora.
La historia no quedó ahí, en redes sociales también se compartió una foto de uno de sus supuestos hijos, quien resultó ser nada más y nada menos que el actor porno español Jordi “el Niño polla".
Un usuario en Facebook compartió la foto del famoso personaje erótico y escribió que se trataba del hijo de don Chalo y más de uno se fue resbalado.
Luego se especuló que los responsables de mandarlo a ver el zacate desde la raíz, fueron seguidores del Partido Acción Ciudadana, a quienes llaman “PAC lovers”.
La información fue compartida con una foto suya en donde sus “conocidos” lo calificaron como “una buena persona” y “siempre preocupado por sus hijos”.
La noticia le dio la vuelta al país, y como no hay novia fea ni muerto malo, nadie podía creer que una persona tan buena, tan querida y tan trabajadora estirara la pata de esa manera.
Para darle más credibilidad a la “noticia” hasta compartieron fotos del funeral de don Chalo, las cuales agarraron de una nota de La Teja sobre el entierro de un trailero de verdad Salomón Bolaños, el 16 de julio del 2018.
Así como lo lee, don Chalo no murió, es más nadie sabe quién es, a qué se dedica, si es costarricense o vive en otra parte del mundo, ni siquiera sabemos si continúa vivo o si tiene familia, de lo que si estamos seguros, es que si don Chalo ya partió al más allá, le jalará las patas a quienes se encargaron de inventarle este novelón.
Autoridades lo desmienten
Todo se trató de una falsa noticia, al parecer, para dejar en mal al gobierno de Carlos Alvarado.
Según el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), en sus registros tienen a 41 personas con ese nombre, de ellas 11 están fallecidas y ninguna lo hizo el día en que se dio la falsa noticia.
También consultamos al Organismo de Investigación Judicial (OIJ), si recibieron reporte de que don Chalo había muerto y nos confirmaron que no.
Fuimos más allá y también preguntamos en la Cruz Roja si ese día atendieron a alguna persona con ese nombre y la respuesta también fue negativa, es decir, don Chalo, no estaba muerto y no sabemos si anda de parranda.
Olor a muerto
El periodista Maikol Fernández fue el primero en descubrir que la información sobre la muerte de don Chalo era falsa.
A Maikol, quien vive en Guápiles, le llegó un olor a muerto, pues le pareció raro que en todo el país se hablara sobre don Gonzalo y que ninguno de sus vecinos supiera de quién se trataba.
“Me entró la curiosidad porque ningún medio de los que reportaron la noticia pusieron fuentes, inmediatamente dudé sobre la veracidad y lo que hice fue irme a los medios de comunicación regulares y nadie lo estaba reportando”, detalló.
El comunicador no se quedó ahí, ya que para confirmar sus sospechas llamó a los administradores del cementerio de Guápiles para saber si había un funeral programado para el jueves o viernes.
“Me dijeron que el único funeral era el de una señora, ahí me di cuenta que toda la información no era real, que muchas personas se aprovecharon para hablar mal del Gobierno y lamentablemente muchos todavía piensan que todo fue real”, detalló.
Preocupante
Anthony Cascante, secretario general del Partido Acción Ciudadana, mostró su preocupación, ya que podría desencadenar venganzas por algo que no es cierto.
“Mucha gente reproduce estas mentiras y se deja influenciar por ellas y de eso se están favoreciendo grupos e incluso partidos políticos.
"Si no nos comprometemos a dejar de producir estas desinformaciones y a distribuirlas indiscriminadamente, en poco tiempo nos va a costar saber qué es verdad y qué es mentira en este país”, comentó.
De acuerdo con Esteban Mora, analista de redes sociales, si no se está seguro de que una información es real, es mejor no compartirla.