La comunidad limonense está golpeada por la muerte del reconocido pastor Alberto Callimore, quien falleció este domingo a las 12:25 de la madrugada al perder la batalla contra el covid-19.
Tenía 55 años y estaba casado con Ruth Mitchell, con quien dirigía la iglesia Avivamiento y Poder, en Limón.
Muchas personas y organizaciones han publicado en redes sociales mensajes de despedida y de fortaleza para la familia del predicador, ya que él se había ganado un lugar en el corazón de quienes lo conocían.
Yaslin Rodríguez, hija espiritual del pastor, ha estado muy cerca de la esposa de él y de la hija de ambos y nos dijo que, en medio del dolor, se esfuerzan por aceptar la voluntad de Dios.
Ella relató que el pastor empezó con los síntomas del virus hace unos quince días, lo primero que experimentó fue cansancio y dolor de cuerpo.
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“Él siempre fue muy enérgico, pero esos días se empezó a ver más apagado. Tenía dolor de cuerpo como de una gripe normal y ya luego empezó como con un dolor en los ojos y con fiebre”.
Parecía que enfrentaba la enfermedad de buena manera, pero cuando empezó a tener problemas respiratorios lo internaron en el Ceaco. Eso fue el martes 13 de abril.
“Él no se veía mal, ni se sentía muy mal. Siempre fue muy positivo y pensábamos que estaba superando esto. Cuando lo internaron creímos que era algo más que todo preventivo, pero luego todo se complicó.
“Él se mantuvo en contacto telefónico con nosotros hasta el lunes 19, cuando lo intubaron, lo último que le dijimos es que estábamos esperando que saliera del hospital”, recordó Yaslin entre lágrimas.
Este domingo en la madrugada sus familiares recibieron una llamada de funcionarios del Ceaco. Les daban la dura noticia de que el pastor había muerto.
Gran vacío
Alberto se caracterizó por ser un hombre entregado a su iglesia, siempre estaba dispuesto a escuchar y a aconsejar a quienes se congregaban con él.
“Él era maravillo, estaba enamorado de su familia y se preocupaba por ser un gran esposo y un excelente papá. Tenía una fe inquebrantable.
“Era más que un pastor, para muchos era como un papá. Siempre nos hacía reír con sus chistes del Chavo del Ocho, se preocupaba mucho por hacernos crecer en la fe y nos ponía retos en ese sentido. Nunca se quedaba quedito, no cualquiera le podía seguir el ritmo a ese negrito”, dijo Yaslin.
El pastor colaboró durante mucho tiempo con La Teja, escribía a menudo en nuestra edición de los domingos.
Otro caso
El pueblo limonense también está pendiente del estado de salud de un médico de esa provincia que desde el 10 de abril está malito en el hospital México debido al covid-19.
El funcionario de salud se enfermó gravemente pese a que ya había recibido las dos dosis de la vacuna anticovid, por lo que las autoridades están estudiando su caso.
La esposa de él, cuyo nombre será reservado, dijo que sigue delicado y luchando contra la enfermedad.
Ella lamentó mucho la muerte del pastor, a quien conocía e incluso un tiempo estuvo yendo a su iglesia.
“Me duele mucho por la familia, que sé que está sufriendo. Nadie quiere dejar ir a un ser amado, pero no por el pastor porque él era un gran siervo de Dios y cuando Dios decide llevarse a sus siervos no hay nada que puedan hacer los médicos ni las enfermeras, Él es soberano.
“Ya el pastor está gozando de los brazos del Señor y nuestro amor y nuestras oraciones están con la esposa de él y toda su familia”, dijo la mujer.
Peor momento
Costa Rica atraviesa el peor momento desde que empezó la pandemia. Este sábado 24 de abril se sumaron 1.830 nuevos casos de coronavirus, la cifra más alta en lo que va de la emergencia sanitaria.
Este disparo en los contagios genera una gran presión en los hospitales, ya que las camas están por acabarse, especialmente en cuidados intensivos críticos ya que a este sábado a las 2 p. m., día en que se hizo el último corte, solo quedaban siete camas disponibles para los pacientes graves.
La situación es tan delicada que en el momento en que se acaben los campos no solo se verán afectados los pacientes de covid-19, sino también los heridos graves en accidentes de tránsito, personas que sufran infartos o quienes empeoren por alguna enfermedad, por ejemplo.
“Durante un año hemos batallado como país para no llegar a la saturación de las UCI; sin embargo, el momento llegará en los próximos días”, dijo el sábado el presidente de la República, Carlos Alvarado.