EscucharEl ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador, confirmó que “en este momento no se puede garantizar” la seguridad de los conductores en las rutas con montaña que tiene el país.
Para el jerarca, esa garantía de seguridad a los conductores es muy difícil de dar hasta que el país tenga la tecnología que se ocupa para que se “ataquen diferentes rutas de montaña” e incluso con eso tampoco puede darse una garantía absoluta.
“Una vez que tengamos esos dispositivos, por ejemplo, canalización, drenajes, pantallas de retención, todavía pudiera haber un punto donde haya una caída, la única forma es hacer un corte completo de montaña en todos sus puntos, cosa que sería inviable”, aseguró el ministro en la Comisión Especial de Desarrollo de la Infraestructura del País de la Asamblea Legislativa .
Dicha comisión recibió a Amador y al director ejecutivo del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), Mauricio Batalla, para que dieran cuentas por el accidente en Cambronero, que sucedió el 17 de setiembre del año pasado y que provocó la muerte de nueve personas e hirió a otras 50.
Diferentes estudios encargados por el MOPT y Conavi, que se realizaron después del accidente, confirmaron varios derrumbes antes de la tragedia, que incluso obligaron al cierre de Cambronero por una semana.
Incluso, estos exigieron que el Conavi mantuviera vigilancia fuerte en la zona.
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Los estudios también muestran que la orden de abrir otra vez la vía, que se dio horas antes de la tragedia, tuvo como fundamento una inspección visual luego de limpiar un deslizamiento en el kilómetro 65.
Al momento de preguntarle al ministro sobre el porqué no se cerró Cambronero si había información suficiente que advertía un alto riesgo, como los informes del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme-UCR), comentó: “Desde el punto de vista geológico no había suficiente información. Estamos trabajando en los protocolos y necesitamos recursos para poder pagar por esa instrumentalización”.
Con la información que sí tenían, el jerarca dice que no encontraron amenazas suficientes para el cierre definitivo de Cambronero, por eso dijo:”Se considera que lo ocurrido constituyó un evento no previsible, teniendo como disparador las precipitaciones que habían superado la media histórica”.
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“Hay que aprender de estas lecciones y hay que tratar de mejorar”, advierte el ministro, quien reconoce que se debe atacar todo lo relativo a la seguridad vial total y no solo ciertas partes. “He tenido un montón de pegas para la compra de software” y el equipo tecnológico que se ocupa, asegura.
Sobre el tema del bus, que ya había acabado su vida útil y no tenía permisos para circular, Amador aseguro: “Existe un órgano director de procesos que está haciendo la investigación”, para determinar los culpables de que estuviera circulando sin permisos, algo que provocó que a los fallecidos, a los heridos y sus familias no los cubriera ningún tipo de seguro.
