A sus 81 años aceptó bailar con la más fea. Dentro del gabinete de Carlos Alvarado sobresale un ministro de cabello blanco que aceptó comerse la bronca del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), una las carteras más desgastantes y difíciles de domar.
Se trata de Rodolfo Méndez, quien ya tiene 82 años (los cumplió el pasado 3 de marzo), una edad en la que muchos ticos no se levantan de una silla y solo pasan viendo televisión porque aseguran que no pueden hacer más.
Pues bien, don Rodolfo trabaja 12 horas diarias, incluyendo sábados y domingos, lidiando con taxistas, autobuseros, empresas constructoras, falta de presupuesto, tapones viales, presas y todos los dolores de cabeza que significa el MOPT. Eso además de giras, visitas, reuniones, planificación, reclamos, cartas, correos, etcétera.
“Yo me siento muy bien, muy contento, me siento con más energía”, responde al ser consultado sobre su edad, un tema en el que se nota que no le gusta profudizar.
Eso sí, nos reveló parte de su filosofía de vida. “Alguien me pasó una frase y se la atribuyen al actor Clint Eastwood. La traducción al español sería ‘yo no dejo entrar al hombre viejo’, esa es una buena filosofía”, señaló don Rodolfo.
“No padezco de nada, que yo sepa, uno no sabe si en el cuerpo habrá algo escondido”, respondió sobre su salud, aunque vemos que en ciertas ocasiones le tiemblan las manos mientras brinda declaraciones.
Sin embargo, ese mismo pulso ha estado firme para tomar determinaciones, pues el tema de su trabajo y proyectos sí le apasionan.
“Yo pensé que el Ministerio tendría más capacidad, más fuerza, más equipo, más disponibilidad de maquinaria. En el año setenta y ocho cuando fui ministro por primera vez contábamos con el trece por ciento de presupuesto nacional, en el noventa y ocho cuando volví teníamos el tres coma cinco por ciento y hoy seguimos teniendo el tres coma cinco por ciento. Esa es la realidad con la que debemos trabajar”, señaló.
Pero, ¿cómo termina el día del señor luego de una jornada de 12 horas? “Yo termino el día contento la mayor parte de las veces, algunos días frustrado, pero no triste. No me desmotivo (por la realidad económica del MOPT), no sabía que estaba tan débil”, comentó.
Agregó que quizá no pueda salir con todas las metas y proyectos que se planteó, “porque uno sueña como cualquier costarricense y quisiera hacer mucho más de lo que se puede, pero sí vamos a hacer bastante”, sostiene sacando su característico positivismo.
“Todo un modelo”
Tal parece que esa actitud positiva es la clave mágica para estar tan activo a su edad, por lo menos, así lo reconoce el geriatra Fernando Morales.
“Yo le he dicho que es un modelo, un ejemplo. Una persona mayor con un envejecimiento exitoso que, aunque no necesita trabajar, se mantiene haciendo aportes al país, su experiencia es muy valiosa. Ese ministerio es todo un reto y asumirlo por tercera vez y cada vez más complicado, la verdad lo felicito”, aseguró Morales.
Y es que el doctor reconoció que en los hombres es más difícil que, una vez llegada la tercera edad, sigan activos.
Luis Emilio Corrales, sicólogo clínico especialista en adultos mayores aseguró que la actitud lo es todo.
“Eso es lo primero que se debe trabajar para cambiar el pensamiento que hay en la sociedad, tanto estereotipo y prejuicio que se resumen en viejismo (mitos sobre los adultos mayores) o la gerontofobia (temor irracional a envejecer).
"El cambio de actitud es el que lleva a vivir la vejez no como lo espera la sociedad (que dicta que no se puede aportar mucho, se es pasivo), sino rompiendo esquemas y enfrentando los cambios”, apuntó, brindado ejemplos como don Rodolfo, el doctor Longino Soto y el político Alberto Cañas.
“A los ochenta años es recomendable que una persona se mantenga activa física y mentalmente, y que tenga un compromiso con la vida y la sociedad. Cualquier adulto mayor sano debe estar haciendo lo que don Rodolfo hace”, indicó el sicólogo, quien recalcó que la situación cambia si se sufre una o varias enfermedades.
A nivel general, recalcó que la actividad física que se tenga en la etapa media de la vida (entre 35 y 60 años) protege hasta en un 26% contra la demencia más adelante. Una vez abuelitos, es muy importante la lectura diaria, hacer crucigramas, sopas de letras, adivinanzas. y estar activo en clubes, cursos y en centros diurnos.
Poca cama, poco plato y mucha suela de zapato |
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Movimiento: Es recomendable hacer ejercicio al aire libre, con ropa cómoda y en buena compañía, pero evitar hacerlo después de las comidas y en horas de calor. Tomar suficientes líquidos y adaptar la actividad física al ritmo personal, y evitar competir si se hace ejercicio en grupos. Se recomienda caminar diariamente unos 30 minutos dos veces al día. Salud mental. Se deben fomentar actividades culturales que promuevan la participación activa como talleres de lectura, teatro, dramatización y la utilización de tecnología (computadora, Internet, celular). Buen ejemplo. Es muy importarte recordar las enseñanzas que nos dan los centenarios de la península de Nicoya: vivir con una dieta modesta que consiste en verduras, legumbres, carnes con poca grasa (cerdo, pollo, res o pescado), tortillas de maíz y abundante agua, evitar el licor, el fumado, pero sí con mucha espiritualidad en unión de sus familias. Fuente: geriatra Fernando Morales. |