La ministra de Educación, Anna Katharina Müller, ahora ocupa un vergonzoso lugar en la historia de Costa Rica, pues se convirtió en la segunda jerarca en recibir un voto de censura por parte de la Asamblea Legislativa.
Con 33 votos a favor y 16 en contra, los legisladores tomaron la decisión que de Müller pase a formar parte de la vergonzosa lista.
Antes de la jerarca de Educación, el único ministro que había recibido un voto de censura era Juan Diego Castro, quien dirigió la cartera de Seguridad en el gobierno de José María Figueres. Para aprobar el voto se necesitaban dos terceras partes de los votos de los diputados presentes.
La moción para el voto de censura de Müller la plantearon seis diputados del Frente Amplio, cuatro de Liberación Nacional, una del Partido Unidad Social Cristiana, una del Liberal Progresista y la independiente Gloria Navas.
Ellos aseguran que Müller apoya los recortes por ¢65.000 millones al presupuesto del Ministerio de Educación Pública (MEP) para el 2025 y se niega a cumplir con el pago de los diferentes componentes salariales a funcionarios del Magisterio.
Además, la culpan de la existencia de alrededor de 60.000 reclamos salariales pendientes de resolver por diferentes causas. Estos corresponden a aproximadamente 37.000 funcionarios del total de 88.000 trabajadores de la institución.
El diputado Geison Valverde Méndez fue uno de los que pidió la renuncia de la jerarca y aseguró que la falta de una política de educación repercutirá en la formación de los estudiantes y en el desarrollo del país, también cuestionó la falta de una política para frenar la deserción estudiantil.
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La legisladora Sonia Rojas Valverde cuestionó los recortes en el Presupuesto de la República para becas e infraestructura educativa. También censuró los atrasos en los nombramientos de educadores y los atrasos en los salarios de 37 mil docentes desde el mes de marzo.
“No es posible que no le demos un voto de censura a la responsable de la educación de nuestro país. La educación es el único motor de desarrollo”, mencionó la diputada Rojas.
Por su parte, la diputada Vanessa Castro dijo que este no solo era un voto de censura, sino también de desconfianza.
Ministra de seguridad queda mal parada
El politólogo Sergio Araya dice que recibir un voto de censura no es cualquier cosa.
“La Asamblea Legislativa puede emitir votos de censura a ministros de Estado cuando consideren que sus actuaciones son disfuncionales, de alguna forma inconstitucionales, o pueden causar perjuicio evidente a los intereses públicos.
“Este voto de censura que es el segundo en la historia de la Segunda República, no tiene el efecto de que la ministra pierde su cargo, como sí pasa en otros países, pero sí queda muy mal parada. Es un golpe duro que, dependiendo de como lo maneje el presidente de la República, puede tensar aún más la relación entre ambos poderes (el Ejecutivo y el Legislativo) o, en su defecto, si el presidente lo considera necesario, como ocurrió en el voto de censura con el entonces ministro de Seguridad, Juan Diego Castro, en aras de bajar ese nivel de tensión y de conflictividad entre poderes, y porque además en el fondo quiere ser consecuente con lo que los legisladores plantearon, podría despedirla, eso ocurrió en el caso de Juan Diego Castro”, expresó el politólogo.
El experto dice que solo el hecho de que los diputados presentaran la moción para discutir el voto de censura, es una situación que debería encender las alarmas de la ministra de Educación por las cosas que le critican.
“No es la primera vez que se busca un voto de censura en esta administración, ha sido uno de los gobiernos donde los diputados más veces han tramitado votos de censura.
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Los diputados habían planteado presentar una moción similar contra la exministra de Salud, Joselyn Chacón, pero no les dio tiempo porque al final ella renunció.
A quien sí le presentaron una fue al ministro de Hacienda, Nogui Acosta, quien se libró apenas por dos votos de ser censurado, dejó los pelos en el alambre.
Los diputados argumentaron este miércoles las falencias, las vulnerabilidades, los errores y las contradicciones que le achacan a la ministra Müller, algunos hasta le pidieron que renunciara porque aseguran que el puesto le queda grande.
Los únicos legisladores que la defendieron fueron los oficialistas y los de Nueva República.
Dos votos de censura muy distintos
Mientras que el voto de censura contra Müller se debió a supuestos malos manejos como jerarca y a que no defiende el presupuesto de la institución, más bien renuncia a recursos económicos, el de Juan Diego Castro fue por razones muy distintas.
Araya recordó que el voto de censura contra el exministro de Seguridad se dio porque en un intento de hacer presión a los diputados para que aprobaran un aumento al presupuesto de Seguridad, se llevó a un montón de policías, algunos hasta armados, para que rodearan el viejo edificio del Congreso.
“Esa acción se proyectó como autoritaria, de atropello, de quien ese momento gestionaba la seguridad pública del Poder Ejecutivo, hacia otro Poder de la República”, recordó el politólogo.
Él recordó que en aquel momento había situaciones de peligro a nivel internacional.
“Fujimori cerró el Congreso en el Perú, Jorge Antonio Serrano Elías hizo un autogolpe en Guatemala, entonces el ambiente era propicio para que la presión social llevare al señor Figueres Olsen a tomar la decisión de destituir al ministro una vez que fue censurado”, manifestó el experto.