Algunos de los 200 migrantes provenientes de países como China, Venezuela, Afganistán, Rusia y Vietnam, que fueron deportados por Estados Unidos, han denunciado que las condiciones del Centro de Atención para Personas Migrantes (CATEM), en Corredores, no son las mejores.
A través de la Defensoría de los Habitantes, estos migrantes, en su mayoría venezolanos, han dicho que se les ha dado un trato discriminatorio, en comparación con otros grupos de migrantes.
Según han dicho, por ejemplo, se les sacó del sector de los cuartos para meterlos a un área en las que las camas no cuentan con colchonetas. Incluso, han salido a decir que los calores son insoportables en esta área.
En ese lugar, no hay separación por grupos familiares, mujeres embarazadas, personas con enfermedades o con alguna necesidad de atención, a diferencia del área de cuartos.
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Sumado a esto, a pesar de que saben que el agua es potable, muchos de ellos aseguran que sabe a cloro y se han presentado cuadros de problemas estomacales y diarreas luego de consumirla.
A estas denuncias, se le suma otra recopilada por el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT), quienes ha dicho que a estos migrantes se les está violando su derecho de libertad.
Según el derecho internacional, cuando a un migrante se le restringe la circulación fuera del lugar donde se le mantiene resguardado, sin una base legal con causal legítima, se está violentando su derecho de libertad de facto.
Y es que, si bien, las autoridades usan términos como “retención temporal” o “atención transitoria”, en realidad estos migrantes no tiene la liberad de andar por donde quieran ni de salir por voluntad propia.
Incluso, el temor de muchos es que, al no contar con el dinero suficiente para seguir su viaje hacia Panamá y sin la posibilidad de salir a trabajar, el país no les ha aclarado qué pasa si no se pueden costear los gastos de su traslado a Panamá.
Lo bueno
Ahora, y esto es muy importante aclararlo, así como han resaltado cosas malas, también han dejado claro que las autoridades siguen haciendo de todo para que su estadía sea la mejor.
Por ejemplo, los migrantes han confirmado que reciben atención médica y alimentación de buena calidad todos los días. De igual manera, revelaron que el centro se mantiene bastante limpio tanto en las duchas, servicios sanitarios y en otros espacios de uso común.
Además, según el MNPT, los expatriados tienen acceso a instituciones gubernamentales y organismos como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) o el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), donde pueden recibir guías sobre su estatus migratorio, sobre sus derechos y, hasta, solicitar refugio.
Malos tratos
Algo que la Defensoría alertó es que, al parecer, los migrantes sufrieron de malos tratos, pero fuera del país.
Muchos de ellos, aparentemente recibieron en Estados Unidos, tratos como el uso de grilletes en manos, caderas y pies, no se les informó por qué se les detuvo, cuánto tiempo se iban a mantener en custodia ni a cuál país se les iba a enviar.
Además, recibieron denuncias de pésima alimentación, trato grosero, retención de documentos de identidad y pertenencias, entre otros reportes.
Puntos a mejorar
Ahora, que las condiciones no estén mal, no quiere decir que no haya espacio para mejoras y la Defensoría de los Habitantes hizo una serie de recomendaciones para que la estadía de los migrantes sea mejor.
Lo primero que se tiene que resolver es ¿qué sucede en los casos de los migrantes que por alguna razón no puede regresar a sus países?
Es bien sabido que estos migrantes pueden pedir refugio en el país, pero al día de hoy, ninguno ha aprovechado esa oportunidad.
Otro punto que salió a relucir es que el gobierno tico no puede nada más enviar a los migrantes a sus países de origen y listo, tiene que cerciorarse de que su vida allá sea digna.
“Independientemente del proceso migratorio que haya aplicado el Gobierno de Estados Unidos y de las coordinaciones o acuerdos a los que se haya comprometido el Estado costarricense, es necesario que Costa Rica verifique que, al regresar a sus países de origen, ninguna de estas personas será sometida a tratos crueles, inhumanos o degradantes”, dejó claro la Defensoría.
En esa misma línea, la Defensoría recomendó que el CATEM cuente con un espacio donde los repatriados puedan salir de cualquier duda que tengan sobre su proceso migratorio.
Esto significa tener traductores que se puedan poner en contacto con familias en su idioma de origen. Por ejemplo, la Defensoría reveló que hay familias de Afganistán e Irán, quienes ingresaron en el primer vuelo el 20 de febrero, y siguen sin ser entrevistadas por la falta de traductores.
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Por último, señalaron que el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) debería mantenerse de manera constante en el CATEM, para atender a los menores de edad en caso de alguna eventualidad.