Con puntualidad europea, dos buses llevados por la Dirección General de Migración y Extranjería, llegaron al barrio Cristo Rey en San José, justo al frente de las oficinas de la Asociación Obras del Espíritu Santo para recoger a todo aquel venezolano que quiera devolverse a su país.
Oficiales de Migración vigilan que todo el proceso se haga en orden y trabajadores de esa misma dependencia anotan todos los datos de quienes alzan la mano para montarse en los buses. Llegan a Obras del Espíritu Santo porque es bien conocido que ahí el padre Sergio Valverde, presidente de la Asociación, tiene un albergue para los venezolanos y por eso hay gran cantidad de ellos.
No es obligatorio subirse a los buses y ya los sudamericanos saben del tema. Solo se monta el que así lo decida y si alguien a último minuto quiere bajarse, no hay problema, le abren la puerta, incluso, si a medio camino alguno toma la decisión de no seguir el viaje, sin ninguna bronca lo dejan bajarse.
Este 16 de de noviembre nos fuimos a barrio Cristo Rey para ver si realmente el asunto de los buses de Migración era cierto y pudimos comprobar que sí (desde el 28 de octubre), tanto así que el mismísimo padre Sergio llega a despedir a los que él considera hijos y con quienes mínimo compartió 15 días, por eso ellos lo abrazan y lo besan todo.
“Padre, no tenemos cómo agradecerle, usted nos trató como nadie nos había tratado desde que salimos de Venezuela. Nos devolvemos, pero a usted lo llevamos en el corazón para toda la vida, en verdad que nos cuidó como sus hijos, Dios me lo bendiga”, le dijo Óscar González, quien decidió aprovechar el bus e iniciar la vuelta a casa.
Migración nos confirma que los buses los ponen ellos y que llevan a los venezolanos hasta la frontera con Paso Canoas. En esa zona nuestro país tiene un albergue para unas 300 personas y ahí se quedan los que viajaron en el bus mientras alistan todo lo que necesitan en su regreso, vía aérea, a Venezuela.
Los buses no son para trasladarlos de San José a la frontera con Nicaragua para que así continúen su sueño americano de entrar a Estados Unidos, como en algún momento se dijo, al contrario, es para que vuelvan a su país natal.