Tomás Reyes Bolaños, integrante del comité ejecutivo del partido Progreso Social Democrático (PSD), le explicó este lunes a los diputados de la Comisión Especial de Financiamiento qué lo llevó a poner una denuncia en el Ministerio Público por supuesto lavado de dinero durante la campaña presidencial.
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Él contó en su introducción a la comparecencia que llegó al partido muy ilusionado porque se suponía que la agrupación política representaba el pueblo y trabajaría por él, pero cuando llegó Rodrigo Chaves al partido todo cambió porque se dio cuenta que su forma de pensar era egocéntrica y el pueblo quedó por fuera.
Tomás dijo también ante los legisladores que cuando Rodrigo Chaves se convirtió en el candidato de PSD se empezaron a dar cambios muy extraños que le dieron mala espina y por eso empezó a creer que habría algo ilícito.
El miembro del comité dice que en un principio el partido no tenía plata ni para comprar un bollo de pan para compartir en las reuniones, por eso cada quien ponía plata de su bolsa, pero de un momento a otro empezó a sobrar el dinero y hasta alquilaron una casa en barrio Amón, una zona exclusiva de San José.
“Yo no sé de dónde salió ese dinero, me encantaría saberlo y me gustaría que los costarricenses se dieran cuenta también de dónde salió, si las cosas están bien, pues bueno, pero si un partido viene quebrado y de un momento a otro aparece un montón de plata, hasta el más tontico de la avenida central se lo puede decir”, dijo Tomás ante los legisladores.
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Otras de las malas señales que hicieron que el compareciente sospechara de estaba pasando algo malo fueron que, por ejemplo, un militante de la campaña llamado Erick Quesada Gutiérrez, quien tiene una pensión de ¢90 mil, pagara ¢101 millones en bonos de campaña.
También que Sofía Agüero, quien fue asistente de Rodrigo Chaves durante la campaña y es hija del actual diputado oficialista Waldo Agüero, supuestamente recibió en su cuenta unos ¢109 millones pertenecientes a la campaña política.
Tomás aseguró en la comisión legislativa que en repetidas ocasiones pidió al partido cuentas para saber de dónde venían los dineros, quién hacía los pagos, quiénes financiaron el partido, pero nunca tuvo respuestas, más bien, por insistir en pedir explicaciones, lo hicieron a un lado y prácticamente lo bloquearon del partido, ya que dejaron de citarlo a reuniones y no volvieron a mandarle correos, ni siquiera mensajes de WhatsApp.
El militante dice que luego de que puso la denuncia en el Ministerio Público ha recibido ataques en redes sociales en los que lo han catalogado como llorón y payaso, pero él no hace caso, ya que lo único que busca es la verdad.