El mensaje fue claro: no meterse con la Negrita.
Para el politólogo Gustavo Araya ese hecho del campo religioso fue uno de los que afectó más la campaña del candidato Fabricio Alvarado, de Restauración Nacional, quien este 1 de abril fue arrasado por el aspirante del PAC, Carlos Alvarado.
Según Araya, las palabras de Rony Chaves, a quien Fabricio ha llamado su "padre espiritual", contra la Virgen, hicieron que más de uno le negara el apoyo que probablemente le había dado en la primera ronda, cuando el periodista evangélico consiguió medio millón de votos.
“Cuando Rony cae en los ataques a la Negrita lo que la gente vio fue un irrespeto, todo esto se convirtió en un gran cúmulo de aspectos negativos que perjudicaron a Fabricio y que lo dejaron como perdedor”, comentó.
“Él (Rony) estuvo cerca en la Asamblea, incluso en Casa Presidencial. A pesar de que Fabricio intentó que no lo relacionaran con él, la gente siempre lo hizo porque estuvieron muy cerca”, continuó.
Araya agregó que este no fue el único “pecado” que cometió Alvarado durante la campaña que terminó este domingo 1 de abril.
“Hay una máxima que dice que se deben cometer menos errores que sean menos profundos, Fabricio cayó en algunos de ellos, como el tema de la igualdad, y esto evidentemente le salió bastante caro”, añadió el analista.