Hace 18 años nació en nuestro país una asociación que puso su mirada en los niños y jóvenes nicaragüenses que tenían dificultades para estudiar.
Se llama “Merienda y Zapatos” y pese a que los recursos con los que cuenta son escasos, se ha mantenido fiel a su objetivo.
El director de la asociación es Carlos Sandoval, profesor e investigador de la Universidad de Costa Rica (UCR), quien nos contó que la idea nació luego de la publicación de su libro “Otros amenazantes: los nicaragüenses y la formación de indentidades nacionales en Costa Rica”.
La publicación obtuvo el premio Aquileo J. Echeverría en la categoría de ensayo y Sandoval decidió que el dinero se destinaría a un muy buen fin.
“Estaba como la cucarachita Mandinga, viendo en qué invertir el premio y conversé con algunos allegados y me propusieron usarlo en alguna iniciativa solidaria con la población nicaragüense porque en esos momentos había mucha hostilidad contra ellos”, explicó el profesor.
Otras personas, entre ellas Alexandro Jiménez, también premiado por el ensayo “El imposible país de los filósofos”, se sumó a la iniciativa e hicieron lo mismo José María Gutiérrez, microbiólogo de la UCR; Irma Arguedas, Jorge Rovira y otros más fueron uniéndose y constituyeron la asociación, que se financia con aportes mensuales de 25 a 30 personas.
Así se sostiene un pequeño programa de becas en el que se les entrega un monto mensual a estudiantes para gastos de sus estudios. Cuando empieza un curso lectivo los apoyan con uniformes, zapatos, útiles escolares y libros.
“También los apoyamos en sus procesos de regularización migratoria porque a veces hay niños que vinieron al país sin documentos o no tienen el dinero para hacer el trámite de residencia y nosotros lo pagamos. También brindamos apoyo psicosocial o legal, por ejemplo, si una muchacha queda embarazada y el padre biológico no quiere reconocer a su hijo, entonces la acompañamos a abrir el expediente para que reconozca la paternidad”, agregó Sandoval.
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Tutorías
Como los recursos económicos no alcanzan para darles beca a todos los que necesitan, “Merienda y Zapatos” brinda un servicio de tutorías por medio de WhatsApp; las imparten voluntariamente estudiantes universitarios como parte de su trabajo comunal.
“Lo que nos alienta es la idea de contribuir en la convivencia respetuosa. Hoy tenemos una gran cantidad de muchachos y niños costarricenses que alguno de sus padres es nicaragüenses, tenemos muchos lazos que nos unen: familiares, económicos, geográficos e históricos y para eso trabajamos en el tema de la educación”, amplió don Carlos.
“Estamos muy agradecidos con las personas que son tutoras y con quienes nos apoyan generosamente cada mes para poder ayudar a los 35 niños que becamos. Entendimos que cuando no se tiene dinero en la casa, cualquier apoyo es bienvenido, pero nos dimos cuenta también de que si no apoyamos en la parte académica, el dinero era útil, pero no era suficiente y por eso apoyamos a los niños que están empezando a leer y escribir o con los cursos de preparación para el examen de admisión de universidades públicas”, agregó.
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Como la asociación tiene ya 18 años, muchachos a los que ayudaron en aquel momento son ahora tutores de otros niños, así retribuyen con su trabajo la oportunidad que se les ofreció.
Los primeros niños a los que se apoyó fueron seleccionados mediante una redacción que se les solicitó; luego, esos chiquitos compartían la información con un vecinito o un amiguito y los invitaban a llegar. La asociación, consciente de las necesidades, hacía todo lo posible para apoyar también a esos menores.
La mayor parte de los niños beneficiados se concentran en la Gran Área Metropolitana, aunque hay algunos en Guanacaste, Puntarenas y Pérez Zeledón.
Si usted quiere sumarse a los donantes, ofrecerse como voluntario en las tutorías o ayudar de alguna otra manera, puede comunicarse al 8855-6278.