Luego de las quejas de papás, educadores y sindicatos, el Ministerio de Educación acordó eliminar la prueba FARO de Factores asociados, que los estudiantes de quinto grado realizaron este viernes.

Además, este sábado renunció el director de Gestión y Evaluación de Calidad del MEP, Pablo Mena, quien lideraba el proyecto de aplicación de las cuestionadas pruebas.

“Con la aplicación de los cuestionarios de factores asociados, que no influyen en el puntaje de calificación, hubo un error en su elaboración, pues se obvió que una prueba tan larga era inadecuada para ser aplicada a niños y niñas de 11 o 12 años y que algunas preguntas, no se formularon adecuada ni oportunamente, aunque ese tipo de preguntas aportan información para conocer cuánto influye el contexto en las calificaciones de los estudiantes”, aseguró el MEP

Las pruebas FARO que se realizaron esta semana a los chiquitos de quinto grado terminaron el viernes con una evalución llamada Factores asociados.

Los estudiantes iniciaron el martes con la prueba de Español, el miércoles hicieron la de Mate y el jueves la de Ciencias, hasta ahí todo bien, pero la prueba que les aplicaron el viernes desató la polémica.

El contenido de la prueba se dio a conocer hasta el propio viernes, cuando los alumnos contestaron las preguntas. Además de completar información sobre las materias básicas, a los estudiantes les hicieron preguntas sobre los electrodomésticos que tienen en el hogar, los materiales de los que están hechos los techos y paredes de sus casas o si la casa es propia, alquilada o la están pagando al banco.

En total, los estudiantes contestaron 100 preguntas, pero en algunas existían hasta 30 respuestas. Los menores tenían que llenar bolitas con lapicero en cada ítem, lo que provocó el malestar de los tatas en redes sociales, pues se quejaron de que sus hijos duraron más de 3 horas completando los cuestionarios y hasta salieron con ampollas en los dedos por el uso excesivo del lapicero.

Indignación

La Teja conversó con una estudiante de quinto grado y su mamá, quienes pidieron el anonimato, y la niña confirmó que algunas de las consultas eran sobre su estilo de vida.

“Me preguntaron si en la casa tenía cocina de leña, refri, microondas, si teníamos agua potable, si se usaba agua caliente y si el piso era de madera o cerámica.

“También venían preguntas sobre cómo me sentía con las clases virtuales y respondí que eran una cochinada, que eran aburridas y que mi profesora no explica bien los temas”, afirmó.

La niña confesó que salió cansada y con hambre.

“Hacía mucho calor y es incómodo tener la mascarilla puesta por tanto tiempo sin poder quitársela para ir al baño. Hubo varias preguntas que no contesté porque no me gustó que me hicieran esa clase de preguntas”, explicó.

Su mamá está bien enojada, pues no entiende para qué los chicos tenían que contestar esas preguntas.

“Creo que la aplicación de la prueba de factores asociados no era necesaria, si un docente quisiera saber esa información se la pueden preguntar a los padres de forma privada”, comentó.

Sin embargo, el MEP aseguró que contaban con la autorización de los papás para hacer este cuestionario, claro, los tatas se dieron cuentas del tipo de preguntas hasta que los chiquitos lo contestaron.

“Por otra parte, las preguntas relacionadas con información socioeconómica de la persona estudiante y su entorno, solo podían formularse con la autorización previa, expresa e informada de la familia, lo cual se emitió”, informó el MEP en un comunicado.

Para esta madre de familia, vecina de Barrio México, los estudiantes no estaban preparados para la aplicación de las pruebas Fortalecimiento de Aprendizajes para la Renovación de Oportunidades (FARO).

“Desde hace casi dos años los estudiantes se ven afectados por la pandemia y considero que no tienen las bases para hacer este tipo de pruebas”, afirmó.

Gasto excesivo

Los sindicatos de educación pegaron el grito al cielo por lo ocurrido y manifestaron su preocupación por lo que pasó el viernes.

“Señalamos que estas pruebas han sido un gasto excesivo económico y de insumos innecesarios, que además han ocasionado una alta carga de estrés en estudiantes y personal docente desde su proceso de entrega a las Direcciones Regionales para su distribución.

Por otro lado, la Asociación Nacional de Educadores (ANDE) publicó una carta que le mandaron a la ministra de Educación, Guiselle Cruz, donde le piden cuentas por lo ocurrido.

“Aplicar cuatro cuestionarios en un solo día, resulta completamente excesivo y en nada acorde con la edad de las y los estudiantes, ya que permanecieron más de 4 horas sentados, alterando sus horarios de descanso y alimentación. La situación se agrava en el caso de estudiantes con algún padecimiento físico, mental o emocional” expresó ANDE.

El MEP agregó que los cuestionarios de factores asociados serán desechados y destruidos, para que las familias no tengan la inquietud de que los datos sean utilizados, en lo cual se está siguiendo además una recomendación de la Agencia de Protección de Datos de los Habitantes (Prodhab), ente al cual la ministra Cruz pidió asesoría.