Mauricio Víquez no dejará de ser sacerdote a pesar de que la Arquidiócesis de San José confirmó este lunes que fue expulsado por el Vaticano debido a las denuncias que pesan sobre él por abuso sexual en contra de menores.
En total son nueve acusaciones canónicas (dentro de la Iglesia católica) y una más del tipo penal, precisamente por esta última causa la Fiscalía giró una orden de captura internacional, ya que Víquez jaló del país el 7 de enero anterior.
Ha trascendido que el religioso se encuentra en México y según la Dirección General de Migración y Extranjería todavía no ha regresado al país.
La última denuncia contra Víquez prescribiría en setiembre, por lo que se necesita que sea capturado antes de ese mes, ya que según nuestra legislación las acusaciones por violación o abuso sexual prescriben 10 años después de que la persona cumple la mayoría de edad y en este caso, la supuesta víctima cumplirá 28 años ese mes.
El padre Alejandro Jiménez, vicario judicial de la Arquidiócesis de San José aclaró muchas preguntas que los costarricenses se hacen sobre este caso.
– ¿El padre Víquez perderá su condición de sacerdote con la expulsión?
En este tema en particular entra en juego un aspecto de la doctrina católica, ya que tanto el sacramento del bautismo, la confirmación y el orden sacerdotal no pueden ser borrados, por lo que la pena que Mauricio recibe es la expulsión del estado clerical.
– ¿Entonces a qué se refieren cuando se habla de expulsión?
De lo que se está hablando es de una expulsión del estado clerical, es decir que quien ejercía como ministro sagrado, en el grado de los presbíteros, pierde a partir de este momento todas las prerrogativas (beneficios) del ejercicio del sacramento, es decir, no puede celebrar los sacramentos ni actuar en nombre de la iglesia.
Interpol lo persigue |
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De acuerdo con el OIJ, la Interpol le está siguiendo los pasos al sacerdote Mauricio Víquez en 194 países, además detallaron que “generaron alertas migratorias” en los países donde puede estar. |
–¿Qué es lo que se le impide hacer a Víquez?
El padre ya no puede ejercer más ninguna de las funciones del orden sacerdotal, así que no podrá celebrar misas, no podrá confesar, no podrá realizar matrimonios ni bautilizar. Él sigue siendo parte de la Iglesia católica, pero perdió el estado clerical.
–Si el padre Víquez presenta una apelación ¿qué procedería en ese caso?
Con respecto a una posible apelación del padre Mauricio, la Santa Sede a través de la congregación de la doctrina de la fe, valoraría los argumentos que él proponga para responder y ver si es factible echar para atrás la sentencia, posibilidad que debido a la situación es muy poco probable que la Santa Sede atienda positivamente una apelación (por los múltiples hechos que se le acusan).
–¿Qué sucede si Mauricio Víquez no apela?
Si el padre Víquez no apela en el tiempo estipulado (60 días) la sentencia queda en firme y no tiene revocatoria.