Los nicaragüenses refugiados en Costa Rica cuentan con una organización que les ayuda a poder documentar los abusos de derechos humanos de los que han sido víctima por el régimen de Daniel Ortega.
El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca+, es una organización sin fines de lucro que tiene 4 años y medio.
Nació de forma espontánea al coincidir varios abogados que pertenecieron al Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y que salieron de su país por temor a ser encarcelados en 2018.
Gonzalo Carrión y Wendy Flores son dos de los abogados nicaragüenses que fundaron esta organización, al tener que abandonar Nicaragua para salvaguardar sus vidas.
Carrión fue acusado por la dictadura de Daniel Ortega de, supuestamente, mentir y tergiversar declaraciones de familiares de los ciudadanos, presuntamente, asesinados en las protestas a manos de fuerzas policiales y grupos paramilitares.
¿Cómo nace el colectivo?
“Eso provocó que varios de mis colegas salieran de Nicaragua y coincidimos en Costa Rica. En enero ya estábamos compartiendo y reflexionando en medio del trauma y sentimientos encontrados y del dolor de estar fuera, sobre las posibilidades de seguir haciendo las cosas que hacíamos en Nicaragua, como era promover la vigencia de los derechos humanos”, cuenta Carrión.
Por su parte, Wendy Flores señala que “dado a nuestro propio auxilio como defensores víctimas también de una represión brutal que se vive en Nicaragua, hemos sufrido lo que pasa cualquier persona que sale del país con una mochila sobre la espalda, con una almohada de ropa sin absolutamente nada. Tenemos como ese sentimiento de ponernos también en los zapatos y recordar cómo ingresamos a Costa Rica”, señaló.
¿Cómo apoyan a los nicaragüenses?
“Hemos integrado a nuestro acompañamiento la atención psicológica que consideramos fundamental para poder estabilizar, emocionalmente, a las víctimas de la represión nicaragüense y también con orientación hacia dónde tienen que ir.
“Hemos apoyado en las llamadas telefónicas del servicio o la línea que establecía migración costarricense, que hoy en día, pues es una línea que está bastante saturada por el cupo limitado que dan, pero que es parte de los servicios que hemos estado brindando a las víctimas de la represión”, explicó Flores.
De acuerdo con Carrión, también han logrado sistematizar más de 158 casos.
“Este esfuerzo es parte de lo que estamos haciendo por documentar estas historias desgarradoras, debido a la política de tortura practicada contra las personas presas políticas”, explicó.
¿Cómo pueden ser atendidos los nicaragüenses?
“Tenemos diferentes vías; es decir, tenemos víctimas que traen a otras víctimas y que son referidos de persona a persona. También tenemos una página web donde se puede realizar denuncias y un portal que se abre ahí para poder plantear los hechos. Esto se puede establecer desde cualquier país, desde Nicaragua u otros lados; además, contamos con una línea de WhatsApp habilitada para ellos y se puede hacer de manera virtual. Asimismo, se coordina fecha y hora de la entrevista y de todo lo que se pueda ir documentando. Del mismo modo, pueden venir de manera presencial a nuestras oficinas.
Las oficinas del Colectivo se encuentran ubicadas en San Pedro, del banco Cathay, 100 metros al sur y el número de WhatsApp es 8639-8759, a través del cual puede solicitar ser atendido para poner su denuncia sobre los abusos de derechos humanos de los que haya sido víctima.
¿A qué población atienden?
“Como una organización de derechos humanos hemos tratado de tener un enfoque de género, que considere todas las formas en las que puede haber algún tipo de discriminación; por ejemplo, en Nicaragua ha habido una represión también hacia las mujeres y ha incluido la violencia sexual”, manifestó Carrión.
“Hemos estado dando capacitaciones en esta línea que tienen que ver con los derechos de las mujeres o de las personas que forman parte de la diversidad sexual o de la comunidad LGTBIQ+ y en nuestros informes hemos identificado, por ejemplo, como en Nicaragua personas transgénero mujeres, han sido ubicadas en centros penitenciarios de hombres sin respetar su identidad de género”, explicó Flores.
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El colectivo es una organización de defensores de derechos humanos nicaragüenses, para y por nicaragüenses, que ha venido trabajando para preservar la memoria y para contribuir a la búsqueda de justicia.