Los diputados enterraron el proyecto de rebajarle un 50% al impuesto a la propiedad que se cobrará en el marchamo del 2022 a todos los carros que cuestan menos de ¢7 millones y aprobaron una fórmula nueva: cuanto más barato sea el chucito, menos pagará en impuestos.
Si su navecita vale ¢1 millón, por ejemplo, el impuesto --ya con la rebaja-- le queda en ¢20.120 y sin la rebaja le quedaría en casi ¢36.900; si el carrito vale ¢2 millones, el impuesto con rebaja sería de ¢32.960 y sin rebaja de ¢52.600; si vale ¢3 millones, quedará en ¢52.100 y sin rebaja sería de ¢73.550.
Un carro ya más carito, digamos de ¢8 millones, tendría que pagar de impuesto, sin ninguna rebaja, unos ₵240.000, pero ya con la rebaja aplicada, el pago sería de ₵210.070.
En el otro extremo, es decir, carros muy caros, le damos este par de ejemplos: un carro de 50 millones pagaría con rebaja ¢1.596.070 y sin la rebajita ¢1.710.400.
El proyecto debe ser discutido en la Asamblea Legislativa y aprobarse en dos debates para que sea una realidad, pero los diputados tienen la posibilidad de darle trámite con rapidez.
El cambio hecho tiene como fin no golpear tanto las finanzas del Estado.
La Contraloría General de la República advirtió que si dejaban la rebaja en el 50% a todos los carros de siete millones o menos, el país dejaría de recibir unos ¢60 mil millones. Con este cambio se dejarían de recibir ¢30 mil millones.