André Lepiz salió este domingo de su casa, en Santo Domingo de Heredia, con una gran convicción: regalar amor.
Él llegó a la marcha de la diversidad con un letrero que dice: “abrazos de papá” y su misión es darles amor a los miembros de la comunidad diversa que son rechazados en sus hogares.
“Es el tercer año que vengo a la marcha a regalar amor y me hace sentir bien porque sé que muchas de estas personas sufren porque sus familias no los aceptan.
“La mayoría de estas personas se acercan sin decir nada, nada más me abrazan, pero yo sé que sienten muchas cosas. En una ocasión una persona me dijo que cuando el papá se dio cuenta de que era homosexual la echó de la casa y tiempo después se dio cuenta de que el papá había muerto, ni siquiera pudo despedirse, esas son cosas muy tristes por las que nadie debería de pasar”, contó.
André tiene tres hijos y dice que no imagina su vida sin ellos, por lo que para él regalar abrazos de papá a personas que necesitan cariño tiene un gran significado.
La marcha de la diversidad estaba programada para iniciar al mediodía, pero el ambiente calentó desde antes.
Al principio cayeron unas gotas de lluvia, pero eso no enfrió el espíritu de quienes se apuntaron a hacerse sentir y defender sus derechos.