Jéssica Gómez y Valeria Fallas son pareja desde hace casi dos años y asistieron este domingo más que felices a la marcha de la diversidad.
La actividad inició minutos antes del mediodía en la Sabana y llegó hasta la Plaza de la Democracia donde habrá actividades durante toda la tarde y parte de la noche.
Al principio hubo una leve llovizna, pero eso no enfrió el espíritu de las personas que llegaron a luchar por sus derechos.
Las muchachas son vecinas de San Sebastián, San José, y dicen que quieren ser parte de la lucha de la comunidad LGTBIQ+.
LEA MÁS: Marcha de la diversidad: Un papá les regala abrazos a quienes son rechazados en sus hogares
“Para nosotras esto representa una lucha de nuestros derechos, queremos igualdad, todos somos exactamente iguales, simple y sencillamente queremos defender lo nuestro, apoyar a nuestra pareja, si se da un fallecimiento, saber que va a quedar protegida igual que el resto de las personas, tenemos derecho a amar y a que nos respeten como somos”, expresó Jessica.
“Nuestra vida sigue siendo una lucha constante, porque a pesar de que hay una aceptación entre comillas, siempre existe el ‘bueno, yo te acepto pero no lo comparto’, eso es algo de siempre. Yo soy profesora y los papás siempre me ven como con un poquillo de desconfianza, entonces es una lucha todos los días de que la gente entienda de que simple y sencillamente amamos diferente, pero somos personas comunes y corrientes”, dijo la profe.
André Lépiz fue otro de los asistentes a la marcha, él salió de su casa, en Santo Domingo de Heredia, con una gran convicción: regalar amor.
Durante todo el recorrido sostuvo un letrero que decía: “abrazos de papá” y su misión fue darle amor a los miembros de la comunidad diversa que son rechazados en sus hogares.
“Es el tercer año que vengo a la marcha a regalar amor y me hace sentir bien porque sé que muchas de estas personas sufren porque sus familias no los aceptan.
“La mayoría de estas personas se acercan sin decir nada, nada más me abrazan, pero yo sé que sienten muchas cosas. En una ocasión una persona me dijo que cuando el papá se dio cuenta de que era homosexual la echó de la casa y tiempo después se dio cuenta de que el papá había muerto, ni siquiera pudo despedirse, esas son cosas muy tristes por las que nadie debería de pasar”, contó.
André tiene tres hijos y dice que no imagina su vida sin ellos, por lo que para él regalar abrazos de papá a personas que necesitan cariño tiene un gran significado.
Una mamá también regaló abrazos en la marcha de la diversidad
Alex Vargas se fue también este domingo para la marcha y al igual que André ella decidió regalar abrazos, pero en esta ocasión como mamá.
“Muchas de estas personas que vinieron a marchar hoy son despreciadas y apartadas por sus propias familias, amigos y trabajos. Yo soy una mamá que quiero regalar amor a todas esas personas que han sido rechazadas.
“Algunas de las personas que me han pedido abrazos me han contado que se les ha muerto la mamá, un señor me dijo que cuando tenía 20 años la mamá lo echó de la casa y que mi abrazo era lo que él necesitaba desde hacía mucho tiempo. Este es el cuarto año que vengo a la marcha a regalar abrazos”, narró la mujer.
LEA MÁS: Marcha de la diversidad: Diputada le manda un filazo al presidente Rodrigo Chaves
Marlen Campos, vecina de Alajuela, asistió a la actividad en representación de uno de sus hijos que es gay. Ella dice que desde el momento en el que él se sinceró con ella y le comentó que le gustaban los hombres, le dio su apoyo incondicional porque lo que más quiere en la vida es que él sea feliz.
“Vine para apoyar a mi hijo, lo apoyo cien por ciento aunque tengamos preferencias diferentes, él siempre será mi hijo. Él hoy no pudo venir, pero yo estoy aquí para representarlo a él y a todos los demás miembros de la comunidad diversa.
“Si uno como padre no entiende y apoya a sus hijos nadie lo va a hacer, siento que uno tiene que tener madurez para entender que el mundo ha cambiado. Desde el momento en que él me contó que le gustaban los hombres yo le dije que tranquilo, que siempre lo iba a apoyar”, comentó Marlen.
La educadora Karla Jiménez, vecina de San José, también sacó el rato para ir a la marcha y lo hizo con un letrero que decía: “Yo marcho con mis estudiantes”.
“El año pasado marché por mis estudiantes y este año estoy marchando con ellos. Quiero que mis estudiantes se desarrollen en un espacio seguro, yo trabajo en el Centro de Educación y Aprendizaje y quiero que los espacios en los que yo esté sean seguros para todos, sin importar su preferencia.
“Ojalá que las personas que no aceptan a los miembros de la comunidad diversa se informen, lean sobre el tema, sean empáticas y crean en el amor”, manifestó la educadora.