Nacional

Mamá es la salvada de quienes se quedan varados

Jenny Durán da asistencia en carretera 24/7

EscucharEscuchar

Jenny Durán Núñez es una valiente mamá, quien a diario se ensucia las manos con grasa para llevarle la comidita a sus hijos.

Aunque todavía algunos dicen que todo lo relacionado con la reparación de carros es un asunto de hombres, ella encontró en ese mercado la oportunidad para sacar adelante a su familia.

Jenny brinda su servicio a toda hora y cualquier día de la semana. Foto: Cortesía de Jenny Durán (Cortesía de Jenny Durán)

Hace unos años, su hermano Ronny empezó a trabajar dando asistencia en carretera para asegurados del INS, pero como él es sordo, ella andaba con él para arriba y para abajo para ayudarlo a contestar las llamadas.

“Me ponía a ayudarle a dar las asistencias y me gustó, entonces decidí pedir trabajo en lo mismo, porque pensé que eso podía ayudarme a sacar adelante a mis hijos y así lo hice. Ya tengo seis años en esto y no solo trabajo con el INS, sino también con otras empresas que dan el servicio de asistencia en carretera y también de forma independiente.

“Doy el servicio de cambio de llantas para carros livianos y camiones pequeños, si la llanta tiene un clavo o un tornillo la reparo en el lugar de una vez. También ando gasolina para ayudar a los choferes que se quedan sin combustible, paso corriente y abro los carros cuando la gente deja las llaves adentro”, detalló.

Jenny tiene 41 años y es vecina de Coronado. Ella da sus servicios 24/7, por lo que es muy común que en las madrugadas tenga que dejar la almohada para irse a auxiliar a algún chofer en apuros.

Esta mamá se siente orgullosa del trabajo que tiene. Foto: Cortesía de Jenny Durán (Cortesía de Jenny Durán)

“Antes de la pandemia, prácticamente siempre me tocaba atender emergencias en las madrugadas, pero ahora, por la restricción vehicular, es menos el trabajo a esas horas, entonces puedo dormir mejor”, relató la empunchada mamá.

Tapa bocas

Jenny dice que con mucha frecuencia llega a dar su servicio y le toca enfrentarse a miradas machistas, tanto de hombres como de mujeres.

“Me pasa que cuando llego y me bajo del carro la gente se me queda viendo como diciendo: ‘Y esta qué va a saber cambiar una llanta’, pero yo les demuestro que sí sé y que lo puedo hacer igual o mejor que un hombre porque tengo experiencia en eso.

“Una vez me tocó atender a una señora a la que se le había estallado una llanta cerca de una gasolinera y cuando llegué me dijeron que tres muchachos de la bomba ya habían tratado de cambiar la llanta pero no habían podido. Yo noté las miradas de ellos porque creyeron que si entre tres hombres no habían podido, menos lo iba a hacer una mujer, pero saqué mis herramientas y pude hacer el trabajo”, contó.

Ella compró un carro y lo adaptó para andar las herramientas necesarias para auxiliar a los choferes. Foto: Cortesía de Jenny Durán (Cortesía de Jenny Durán)

Ella también dice que muchas veces ha llegado a darle el servicio a hombres y ellos se sienten avergonzados.

“Yo doy asistencia tanto a hombres como a mujeres, para mí es exactamente igual, pero he notado que muchos hombres se sienten mal cuando me llaman para cambiar una llanta, me dicen que ellos me hubieran ayudado, pero que tienen problemas de espalda, que no pueden hacer fuerza, que les duele un brazo, en fin, muchas explicaciones, pero yo les digo que no se preocupen, ese es mi trabajo”, agregó.

Bien equipada

Jenny anda bien equipada para hacer su trabajo sin complicaciones, ella se compró un pick up y le adaptó un cajón para poder meter todas sus herramientas.

“Ando una gata para que levanta hasta ocho toneladas, otra de tres toneladas y una hidráulica para carros bajitos, también una pistola de impacto para aflojar las ranas, cubos de distintos tamaños, una varilla y una bolsa especial para abrir carros cuando la gente deja las llaves adentro.

Jenny siempre anda gasolina porque eso le salva la tanda a muchos conductores. Foto: Cortesía de Jenny Durán (Cortesía de Jenny Durán)

“Además, tengo un Jumper de cuatro mil amperios para arrancar cualquier carro porque los lagartos no siempre son suficientes. También tacos para las llantas tubulares y un compresor, con eso las reparo de una vez. También ando varias pichingas con combustible: una con diesel, dos con gasolina súper y dos con regular, así como una pequeña para moto", comentó.

Jenny dice que aunque muchos piensen que su trabajo es muy duro para una mujer, ella lo hace con gusto para sacar adelante a sus hijos.

“Mi hija mayor tiene 22 años, se llama Arlette, ella ya se independizó y vive con una pareja estable, pero mis otros tres hijos: Orlando (de 15 años) Santiago (de 11) e Ismael (de 8) viven conmigo y yo siempre les digo que tienen una mamá luchona que trabaja duro para sacarlos adelante. Además de la mecánica, en la casa me la juego haciendo trabajos de electricidad como cambiar tomacorrientes, la resistencia de la ducha y también sé algo de fontanería, puedo cambiar tubos si es necesario, se me hace fácil aprender esas cosas”, expresó.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.