Lorenlayle Fonseca se aferra a la esperanza de que, ahora sí, podrá encontrar un trabajo que alivie la difícil situación que vive en su hogar.
Ella es vecina de León XIII, en Tibás, y trabajaba como miscelánea, pero hace unos cuatro años sufrió una caída que le cambió la vida porque la dejó con dolores para siempre y ocasionó que perdiera su empleo.
Desde entonces ha pasado mucha angustia porque ha tenido que hacer de tripas chorizo para sacar adelante a sus dos hijos y a sus papás, quienes ya son adultos mayores y dependen de ella.
“Debido al accidente pasé un año incapacitada, me atendieron en el INS y también en la Caja, me tenían que sacar el líquido de la rodilla cada mes, me hacían ultrasonidos, resonancias magnéticas y al final no me indemnizaron, ni me dieron la pensión y me quedé sin trabajo.
“Después de esa caída yo no puedo estar mucho tiempo de pie ni tampoco sentada, tengo que estar cambiando de posición porque me afectan los dolores, se me acalambran las piernas, es terrible. Un ortopedista del hospital México me dijo que tenía que aprender a vivir con esos dolores”, relató.
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Ahorita esta familia sale adelante gracias a una pensioncita que tienen los papás de Lorenlayle, una platica que les da el IMAS y a la ayuda de un miembro de la familia que es quien paga el alquiler de la casa donde viven.
“A veces no nos alcanza para comprar los alimentos que de verdad necesitan mis papás porque ellos deberían tener una dieta especial, mi mamá, incluso, es oxígenodependiente, así que requiere muchos cuidados. La ayuda que me da el IMAS se me va a terminar en mayo, me urge encontrar un trabajo porque no sé qué vamos a hacer”, dijo preocupada.
Gran herramienta
La falta de estudio ha sido una de las principales limitaciones de Lorenlayle para conseguir un trabajo que le permita ganar platica para comprar el arroz y los frijoles para su familia, por eso ingresó a un proyecto que la capacitó en varias áreas.
“Me di cuenta de esta iniciativa gracias al Inamu, yo había llevado un curso de formación humana con ellos y debido a eso me dieron la información y me invitaron a participar un el proyecto de capacitación”, contó.
La capacitación se llama Empodera y fue desarrollada por LEAD University y Fundación CRUSA.
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Además de Lorenlayle, otras 49 mujeres concluyeron su formación técnica, para incorporarse a la fuerza laboral.
Las participantes tienen entre 20 y 50 años y durante seis meses participaron de un proceso especializado de formación técnica y fortalecimiento de habilidades.
“El programa busca empoderar a mujeres para que puedan acceder a un empleo formal en empresas que operan en Costa Rica. Ellas recibieron más de 130 horas de formación mediante diferentes cursos, apoyo emocional, un proceso de mentoría, un subsidio para cubrir sus viáticos durante las pasantías, y acompañamiento para que puedan encontrar un empleo y asegurar su permanencia en él”, explicó Roxana Víquez, docente de LEAD University y coordinadora del proyecto.
“Creemos que la capacitación de calidad es un movilizador social importante que ayuda a las personas a salir de su condición de pobreza. En este caso, ellas recibieron las herramientas necesarias para desarrollar trabajos relacionados con servicio al cliente, oficinistas y apoyo administrativo, que, sin duda, serán de gran utilidad en las empresas que las contraten”, explicó Marcela Hidalgo, decana de LEAD University.
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Costa Rica cuenta con altas tasas de desempleo y las personas más afectadas siguen siendo las mujeres, así lo confirma la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que muestra una tasa de desocupación masculina del 9,5%, es decir 9 de cada 100 no tienen trabajo, mientras que en el caso de las mujeres asciende a 15,2%, 15 de cada 100 están desempleadas. Estos datos son del trimestre de noviembre, diciembre 2022 y enero 2023.
Las empresas que tengan interés en incorporarse en este proyecto contratando a las pulseadoras de Empodera, pueden comunicarse con: Roxana Víquez al correo roxana.viquez@ulead.ac.cr o al número de WhatsApp 7070-4322.