Doña Johanna Briones estaba puras tejas con su trabajito a inicios de este año, pero una vez que el covid-19 empezó a hacer estragos, desde inicios de marzo, su vida se complicó, ya que en julio fue despedida.
Ella tenía tiempillo de trabajar como supervisora en un comedor industrial de una empresa privada y el salario le llegaba puntual cada quincena, pero la pandemia contagió su trabajito y le entregaron la carta de despido.
Su realidad y estabilidad económica cambiaron de inmediato, por lo que al igual que muchas personas que han sufrido lo mismo, se puso en modo ahorro máximo.
Lo peor para doña Johanna, es que antes la pulseaba como payasita, pero con la pandemia no pudo ni desempolvar el traje ya que todo este tipo de actividades están suspendidas.
“Sin aguinaldo no hay regalos, estrenos, ni cena, así de simple. Desde hace dos meses hablé con mi hija para decirle que será imposible estrenar ropa o darnos un regalito. No creo que haya ni cena porque no recibiré aguinaldo, se lo llevó la pandemia. Estoy en tiempos de ahorro máximo”, nos comentó esta luchadora.
240 mil afectados
Otros trabajadores del sector privado no la verán tan rudo como doña Johanna, porque al menos tendrán aguinaldito, pero disminuido drásticamente, así que tampoco les dará para darse algún gustito.
El Ministerio de Trabajo detalló que 240.000 asalariados del sector privado recibirán su aguinaldo, aunque les suspendieran sus contratos laborales o les redujeron las jornadas de trabajo y por ende los salarios. Sin embargo, el monto del decimotercer mes será bastante bajo.
De acuerdo con la Encuesta Continua de Empleo, esos 240.000 trabajadores equivalen al 23,5% de los poco más de un millón de trabajadores del sector privado.
En el sector público, la historia es muy distinta. Los 324 mil funcionarios recibirán el 100% del aguinaldo porque el 99% de la planilla estatal no sufrió suspensiones o reducciones de jornada pese a la caída en la recaudación de impuestos. Ellos sí pasarán una Navidad sin tantas congojas.