Si algo aprendió Esteban Sánchez de su mamá es a ser sincero. Por eso, cuando estaba en quinto año del colegio se armó de valor y le comentó a sus papás y hermanos que es homosexual.
“Cuando estaba entrando al cole ya sentía mi orientación sexual, pero años después tuve la seguridad de comentarlo en mi familia”, expresó Sánchez, oriundo de Bolsón de Santa Cruz, en Guanacaste.
Isabel Campos, la mamá de Esteban, comentó que desde que era pequeño sabía que al menor de sus cuatro hijos no le gustaban las mujeres.
“Uno como madre conoce a los hijos y desde que era pequeño le fui inculcando discretamente a mi esposo William y a mis otros hijos el hecho de que Esteban tenía una orientación sexual diferente, hasta que él nos lo confesó.
“Para mí eso no es un problema porque es mi hijo, yo lo amo y no lo puedo rechazar y además, como creyente sé que hay un Dios que es amor y no hay que tener miedo porque él nos ama como somos”, expresó.
Esteban y sus papás participan en la campaña “Sí, acepto”, a favor del matrimonio civil igualitario.
Esta semana en La Teja ya contamos la historia de Ana María, Priscilla y David, y al igual que ellos Esteban espera que sus historias creen conciencia sobre el respeto y los derechos que merecen las personas de la comunidad LGTBQ.
“El objetivo con la campaña es que haya una mayor información porque los miembros de la comunidad no somos como algunas personas creen, llevamos una vida normal, aportamos a la sociedad, trabajamos, la diferencia es que nos gusta una persona del mismo sexo”, explicó Esteban.
El verdadero yo
Esteban es analista financiero y tiene 30 años. Recordó que conversó con su familia sobre su orientación sexual, ya que se quería sentir apoyado por ellos.
“Sentí miedo, porque mis papás estaban muy metidos en la iglesia. Cuando se los dije creí que el choque sería tremendo porque pensaba que ellos tenían una idea de mí, pero al contrario, se preocuparon por lo que me podía pasar a futuro.
A mi papá le costó un poco más, por la cultura machista. Sé que con mi anuncio llegué a cambiar las reglas de la casa”, dijo.
Este joven, quien ahora vive en San Pablo de Heredia, comentó que necesitaba soltarse, decir quién era en realidad.
“Mi mamá siempre nos enseñó que nunca debemos ocultar lo que somos, ella es una mujer muy fuerte. Lo que me impulsó era que ellos estuvieran con mi verdadero yo”, expresó.
Sánchez agradeció a su familia por no dejarlo solo y comentó que tienen una excelente relación.
"Me siento muy afortunado porque a pesar de todo mi familia no me excluye, tengo sobrinos y a mis hermanos no les da miedo que los cuide, que los disfrute. Me llevo muy bien con mis papás y mis hermanos, nos reunimos todos los meses para estar toda la familia, tenemos una comunicación muy activa y si necesitamos algo del otro, siempre habrá disposición para ayudarnos”, agregó.
Levanta su voz
Isabel Campos, la mamá de Esteban comentó que la decisión de participar en la campaña se tomó en familia y en ningún momento se dudó en dar a conocer su historia.
“Es algo a lo que uno no está acostumbrado, pero no tenía miedo, era una emoción que me producía el impacto que tendría la campaña. Somos de un pueblo pequeño y una persona me puso un mensaje: ‘qué orgullo es tener una persona que levante la voz de un pueblo pequeño, que sea valiente'”, contó.
Campos manifestó que ella es catequista y lectora en misa y se siente preparada para lo que venga porque no hace nada malo al defender los derechos de su hijo.
“Hasta el momento no me han hecho una mala cara, un comentario negativo. El domingo fui a misa, sé que los ojos están puestos en mí, pero me sentí tranquila porque si me dicen algo malo no voy a pelear, pero tengo una respuesta contundente y respetuosa”, señaló.
Doña Isabel recordó que la familia decidió participar en "Sí, acepto, como una forma de demostrar que las personas de la comunidad LGBTIQ no están solas.
“Considero que muchas personas se sienten respaldadas por lo que hemos expresado. Soy católica y sé que Dios nos quiere a todos. Si me tildan de lo que sea no me interesa, Dios no castiga, no nos aparta y apartar a las personas de la comunidad es el pecado mas grande. Lo que pido que se respeten sus derechos”, finalizó.