El magistrado, Luis Porfirio Sánchez Rodríguez, ganó la batalla por quedarse en su puesto ocho años más.
Este lunes los diputados, después de un acalorado debate, reeligieron a Sánchez.
Eso sí, pese a que el magistrado fue reelecto, quedó como el palo de la lora por todo lo que le dijeron los legisladores que no estaban de acuerdo con que siguiera en su cargo.
Kattia Cambronero, del Partido Liberal Progresista, fue una de las que le dio durísimo.
“Como diputada, tengo la responsabilidad de evaluar con seriedad y rigor la permanencia de un magistrado. No me convencen las buenas intenciones, sino los hechos concretos. Su historial y su accionar generan desconfianza.
“Bajo su dirección, más de 800 días para resolver un caso laboral es una tragedia para los costarricenses. Su historial como juez está marcado por fallos de la Sala IV contra su despacho debido a atrasos injustificados que llevaron al Estado a asumir responsabilidades por su incompetencia. La justicia que usted ha practicado en el Poder Judicial, y que sigue practicando desde su sala, no es ni pronta ni cumplida.
“Por estas razones, considero que usted no merece ser reelecto. Las palabras no reemplazan a los hechos, y su trayectoria demuestra que su gestión está lejos de lo que la ciudadanía y el país necesitan”, manifestó.
Otro de los diputados que fue enfático en que Vargas no debía ser reelecto fue el liberacionista Francisco Nicolás.
Él legislador dijo que aunque no era juez, él no veía correcto que el magistrado siguiera en su puesto en medio de la tormenta que enfrenta y que si más adelante salía bien librado de las acusaciones que se le achacan, el diputado tendría que pedirle perdón a Dios porque haberse equivocado, pero de momento se mantenía firme que no debía votar por él.
La votación de la reelección quedó con 25 votos a favor y 25 en contra. Para que Sánchez quedara fuera del cargo debía tener al menos 38 votos en contra.
Jueza lo acusó de algo muy serio, pero no lo denunció
La tormenta en la que está el magistrado fue causada porque la jueza de Trabajo, Silvia Elena Arce, reveló hace unos días que Sánchez habría cometido un acto obsceno no consentido en su contra, en el año 2000.
El caso se dio a conocer por el abogado Mario Rucavado, en el medio de comunicación Delfino.cr, el pasado 20 de agosto. En el escrito se narró una serie de acontecimientos que le fueron compartidos por una de sus clientas; el 25 de agosto, la jueza confirmó que se trataba de ella.
De acuerdo con el relato y la versión confirmada por Arce, los hechos habrían ocurrido cuando ella era jueza interina y Sánchez ocupaba el cargo de juez nombrado en propiedad, además de ser pariente del entonces magistrado Jorge Rojas Sánchez. Esto habría motivado el silencio de la mujer.
Sánchez ha negado rotundamente las acusaciones en su contra y hasta presentó una querella por difamación contra el abogado y la jueza.
Además, el 31 de agosto envió una carta a Rodrigo Arias, presidente de la Asamblea Legislativa, en la que dijo que estaría dispuesto a renunciar a su inmunidad si la jueza Silvia Elena Arce, presenta una denuncia en su contra.
En el documento, expresa que cuando solicitó su reelección como magistrado ante la Comisión de Nombramientos del Congreso, no había ninguna denuncia en su contra, sino que fue días después que un abogado lanzó “groseras acusaciones” por una “supuesta conducta inadecuada contra una jueza”.
El próximo lunes, el magistrado Sánchez deberá llegar a la Asamblea Legislativa para ser juramentado.