La maestra Gloria Thompson está orgullosa de compartir sus raíces con otras personas y colaborar con su trabajo a que el kryol no desaparezca. La Teja la contactó para conocer un poco más del kryol y de su labor por preservarla.
–¿Quién le enseñó el kryol?
– Lo aprendí desde que nací y también domino el inglés.
– ¿En que ambientes suele utilizarlo?
– En el laboral con los compañeros y también en la casa.
– ¿Por qué solo entre ustedes lo conversaban?
– Porque fue algo muy difícil de asimilar. Algunos creen que hablamos inglés, aunque otros sí lo hacen en realidad, pero la mayoría habla el criollo. Además, a muchos no les gusta el término kryol, pero me parece mejor ese término que el 'broken english', que significa que es quebrado y eso es feo.
– ¿A qué se debe que muchos prefieren decir que es inglés en vez de criollo?
– Porque no están convencidos, pero debemos seguir dando la lucha. Todavía nos enfocamos en convencer a las personas de que no es inglés lo que hablamos, sino nuestro lenguaje criollo.
– ¿Por qué se ha ido perdiendo el kryol?
– Las nuevas generaciones acostumbraron a los hijos a hablar español a pesar de que dominan el criollo y el inglés. En las guarderías solo les hablan en español y cuando llegan a sus casas no quieren hablar criollo. Muchos se molestan y dicen que no es inglés, que es mekatelyu y otras cosas.
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– ¿Cree que para Limón es importante mantener el kryol debido al turismo?
– Claro, porque es más interesante. Me acuerdo cuando tenía nueve años que iba a dos escuelas, una en la que daban inglés y otra en español, así que cuando llegaba a la casa me decían: ‘no quiero oír nada de español’.
– ¿Qué le gusta del kryol?
– Amo todo del criollo, lo amo cien por ciento.
– ¿Qué le ha parecido la grafía que han hecho?
– Está buena, yo ayudé a hacerlo.
– ¿Cree que ha ido desapareciendo esa idea de que el limonense diga que habla inglés en lugar del su lenguaje criollo?
– Se han dado avances. Cuando voy por las calles escucho a jóvenes hablar kryol me siento bien, porque pienso que hay más gente que están haciendo. Creo que nos ha ayudado mucho el nicaragüense de Bluefields porque ellos no hablan español, pero nosotros los entendemos y de esa forma nos obligan a hablar el criollo.
–¿Cómo va la lucha para que oficialicen el kryol?
– Va a costar mucho, pero no se puede abandonar esa lucha. No es una cuestión de color, ni idioma, es una cuestión de cultura y de etnia limonense.