Nacional

Madres adolescentes explican los retos a los que se enfrentan día a día

Educación, oportunidades laborales y no estigmatización son parte de ellos

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Ser madre a cualquier edad no es fácil, pero sin duda a los 14 años lo es aún menos y eso lo tienen muy claro Ana Francini González de 21 años y vecina de Garabito, Puntarenas y Cheymi Gallardo de 18 y residente en el territorio indígena cabécar China Kichá, en Talamanca, Limón.

Cheymi Gallardo, madre adolescente de 18 años quien hoy es líder juvenil en la lucha por sus derechos. (Cortesía UNFPA)

Ambas jóvenes son líderes juveniles y fueron madres adolescentes por lo que este lunes presentaron un manifiesto que resume los principales retos a los que se enfrentan otras mujeres en su condición.

“La violencia machista, la desigualdad social, las brechas de acceso a la información, la falta de reconocimiento de las adolescentes como personas con derechos sexuales y reproductivos, las relaciones impropias, y el poco acompañamiento de las familias, el Estado y la sociedad para fomentar la toma de decisiones informadas son parte de las problemática del embarazo adolescente”, califican las jóvenes el manifiesto conjunto que elaboraron sobre el tema.

Denuncian que es fácil hacer comentarios discriminatorios, cargados de estereotipos como que la sexualidad es un tema de personas adultas, dar por hecho que todas las personas tienen las mismas condiciones y oportunidades de vida, esto, desde las posiciones de privilegio, sin comprender el contexto de violencia y violación de los derechos humanos que implica un embarazo en la adolescencia, y tenerlo en condiciones de desigualdad, bajo la mirada acusadora, el susurro a grandes voces, la indiferencia, el señalamiento y la privación de acceso a oportunidades.

Francini González fue madre a los 14 años y actualemnte su hijo Tairon tiene 7 años. (Cortesía UNFPA)

Ser madre adolescente en condiciones de desigualdad en el desarrollo integral no es el resultado de las decisiones individuales que tomaron, sino por el abandono, estigma y discriminación al que son sometidas en la sociedad machista, adultocéntrica y clasista que las excluye del sistema educativo, las condiciona a la precariedad laboral, el desempleo y el empobrecimiento de las mujeres.

Para muchas de ellas el sistema educativo tradicional no es una opción y así es como se nos excluye del sistema educativo, no es que no quieran estudiar, es que el sistema no les ofrece las condiciones para hacerlo.

Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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