La Luna se meterá en medio del Sol y la Tierra el próximo 2 de julio, lo que provocará que por cincuenta minutos, en toda Centroamérica, se disfrute de un eclipse parcial de Sol.
Lo que veremos en Tiquicia en casi una hora será un Sol con un pedacito menos a un lado, como si la Luna le estuviera pegando un mordisco. Explican los expertos de la Fundación para el Centro Nacional de la Ciencia y la Tecnología, Cientec, que si las nubes nos lo permiten, podremos ver el fenómeno puras tejas.
“En este caso, la Luna se atraviesa entre nosotros y el Sol. La Luna es invisible porque está en fase de Luna Nueva, iluminada por el lado opuesto a la Tierra. Aunque no vemos la Luna, ella se irá interponiendo lentamente entre nosotros y el Sol”, aclara el Cientec.
En Chepe, el eclipse sucederá a la 1:53 p. m. y hasta las 2:48 p. m. El pequeño cubrimiento lateral tomará cerca de 54 minutos en pasar. Adelanta la institución científica que en los últimos años, desde el 2000, el 2 de julio por lo general estuvo con un 85% de nubes.
De acuerdo al Cientec, el eclipse arranca a la 1:54 de la tarde y alcanzará su máximo a las 2:21 de la tarde, 27 minutos después terminará a eso de las 2:48 p. m.
Más abajo de América, en Chile y Argentina disfrutarán de un eclipse total de sol.
Cuide los ojos
“Los eclipses de Sol no pueden verse directamente, porque la radiación daña los ojos. Como reflejo natural, siempre parpadeamos y quitamos la vista del Sol. Ese reflejo nos avisa del peligro. El Sol puede quemar pedacitos en la retina, al fondo del ojo. Este daño disminuye nuestra visión. Sin embargo, la quemadura no duele y el cuerpo no tiene otra manera de avisarnos.
“Solo se puede ver con filtros solares y filtros de soldadura número catorce o superior. Si tiene filtros solares guardados del 2017, revíselos bien con una luz fuerte antes de usarlos. Si tiene dobleces o agujeros, es mejor desecharlos de una vez”, advierte el Cientec.
Puros cuentos
El dermatólogo Eduardo Arias Morera dice que cualquier mujer embarazada puede disfrutar de los eclipses, que aquello de que si una embarazada que ve un eclipse tendrá un hijo con un gran lunar, es un cuento chino.
“No tiene nada que ver una cosa con la otra. Las embarazadas pueden ver un eclipse, teniendo la debida protección en los ojos. Las personas nacen con un lunar grande por varias razones como por herencia genética o situaciones especiales en venas, arterias o en ambas”, explicó el doc, quien tiene 25 años de ser dermatólogo.