Costa Rica se enfrentó a la selección de Italia, cuatro veces campeona del mundo, el sábado 20 de junio del 2014 en el Mundial de Brasil.
Al minuto 44 del primer tiempo, Bryan Ruiz voló en el área grande de los europeos para pescar de cabeza un centro por la izquierda de Junior Díaz. Al mismo tiempo, pero en Costa Rica, don Freddy Solís, el papá del expresidente Luis Guillermo Solís, se levantaba de su silla para comenzar a festejar el gol. ¡Era el 1-0 ante Italia!
“Ese es uno de los mejores recuerdos de mi vida, las tremendas alegrías que disfrutó papá con nuestra selección en Brasil 2014″, nos comentó el exmandatario. Don Freddy falleció el 4 de agosto del 2018.
“Recuerdo que con ese triunfo 1-0 garantizamos el pase a segunda ronda. Todos en casa, es que la familia lo vio donde una hermana mía, disfrutamos demasiado, papá era uno de los que más festejaba”, recordó don Luis Guillermo.
Brasil 2014 ha sido la mejor presentación en la historia tica en Copas del Mundo de la FIFA. Costa Rica jugó 5 partidos, llegó hasta cuartos de final ya que superó en penales a Grecia en el cuarto juego y en el quinto perdimos, también desde los once pasos, contra Holanda.
El evento arrancó el 12 de junio y Solís había asumido la presidencia del país el 8 de mayo de ese 2014.
“No pude ir a Brasil porque recién llegaba al poder y eran muchos días dejando la casa sola. No era oportuno. Eso sí, traté de chinear a los muchachos lo más que pude, porque yo entré al gobierno con la selección ya clasificada.
“La Fedefútbol me invitó, antes del Mundial, a un desayuno. Recuerdo ver a un grupo de jugadores muy sólido, unido y con ganas ya de estar en Brasil. Como ellos me invitaron, al final de ese desayuno yo los invité a Casa Presidencial. Ese fue otro momento lindo de compartir con ellos y los seguí viendo seguros y como familia”, asegura el expresi.
El exmandatario asegura que en su gobierno fue de alegría en alegría con el fútbol.
“Con la Sele en el 2014 pudimos tocar las estrellas. Nos dieron alegrías enormes.
“No le conté que después del partido ante Italia, me fui corriendo a Casa Presidencial y de ahí salí caminando hasta la fuente de la Hispanidad en San Pedro a celebrar. Éramos miles de ticos disfrutando en grande. Imposible olvidar aquella alegría de la gente”, comenta.
Sabrosa venganza
Mientras don Luis Guillermo luchaba por la presidencia del país en el 2013, el 22 de marzo de ese año, la Sele vivió el que se conoce como el “partido de la nieve” el cual se perdió 1-0 ante Estados Unidos, en Denver, juego que no tuvo que realizarse por la tremenda nevada que cayó.
La humillación a la que nos sometieron los gringos en verdad que encachimbó al expresidente, por eso tiene el dulce recuerdo de la venganza, cuando en la misma ruta a Brasil 2014, el 6 de setiembre de 2013, le rectamos un 3-1 a los norteamericanos en nuestro estadio Nacional.
Esa dulce venganza y el 3-1 ante Uruguay en el debut en Brasil, son dos joyitas que a Solís le saben a gloria cada vez que las recuerda.
“El partido ante los uruguayos, por todo lo que hablaron contra nosotros, es de los triunfos que más rico me han sabido, además, la goleada a los estadounidenses en la eliminatoria. Esos dos triunfos son para mí tan ricos como un buen tamal en diciembre, sabrosísimos.
La Bohemia
Es imposible no recordar aquel partido de la Tricolor que el entonces presidente se fue a tirar al bar La Bohemia, en el puritico centro de San José.
No fue en el Mundial, estamos claros, pero como estamos hablando de fútbol mientras él era la cabeza del país, pues bien vale el recuerdo.
Hablamos de lo que sucedió el 7 de julio del 2017. Era el debut de Costa Rica en la Copa Oro y se enfrentó a Honduras, un partido que se ganó 1-0. No decimos nada más, mejor que lo cuente el expresidente.
“Me quedé solo en la casa y nunca logré entender cómo poner en el televisor los canales nacionales para ver el partido y justo cuando estaba listo para ver el juego por el celular se me ocurrió una idea. Llamé a los muchachos encargados de mi seguridad y les dije que íbamos a salir, que no le iban a decir a nadie.
“Me fui para el bar La Bohemia (200 al sur del edificio de la Caja). Llegué cuando el juego tenía 10 minutos de iniciado, entonces nadie me vio entrar, todo el mundo estaba atento a los televisores. Me senté en una esquinita, me pedí una cuarta (de Cacique), una boca (de esas de albóndigas que son supersabrosas y que solo don Jorge Motta, conocido como Giorgio, dueño del local, sabe hacer) y me puse a ver el partido.
“Claro, al medio tiempo ya la gente me reconoció y se armó el burumbún y llegó la prensa”, recordó de ese día en el cual hasta terminó cantando a ritmo de guitarra con algunos de los presentes en La Bohemia.