Los rudos moteros que usted ve en la calle, en realidad tienen el corazón de peluche y lo demostraron al organizar un evento para alegrarle la Navidad a más de 300 niños de los barrios del sur.
Más de 100 motociclistas recorrieron, este domingo 8 de diciembre, parte de la ruta 27, desde Santa Ana hasta barrio Cuba, en una tradicional caravana de Navidad que celebró 17 años de realizarse.
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El objetivo es llevar alegría y esperanza a los niños más necesitados en los barrios del sur. Los moteros entregaron regalos, juguetes y útiles escolares a más de 300 pequeñitos.
Usted ve a muchos moteros en nuestras calles con apariencia bien ruda, pero en verdad tienen un gran corazón y es tan así que cada diciembre se unen para ayudar a los que menos tienen.
“Este evento anual se llama Costa Rica Toy Run y es organizado por la Asociación Costarricense de Motoclubes con la colaboración de Ruta 27 by Globalvia. Ha sido una tradición que une a motociclistas y comunidades para brindar un día inolvidable a los niños en situación de vulnerabilidad.
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“Este año, la caravana benefició a 331 niños, entre ellos 158 de barrio Cuba, 126 de un orfanato y 47 menores de la comunidad indígena de Boruca (8 fueron a la actividad en Chepe, al resto les mandan los jugueticos y los útiles). Ya son varios años que tenemos organizando este evento y lo disfrutamos mucho.
“Nos alegra ver como los moticiclistas de todo el país respoden siempre tan positivamente a aportar un granito de arena para alegrar la Navidad de cientos de niños. No nos quedamos solo con la Navidad, también pensamos en la entrada a clases, por eso también incluímos útiles escolares”, explicó uno de los líderes, quien prefirió no identificarse porque el evento es un aporte de muchos de sus compañeros, de diferentes partes del país.
La caravana partió de Río Oro de Santa Ana, recorriendo la ruta 27 hasta La Sabana y luego hacia el gimnasio de barrio Cuba, donde los niños esperaron, muy alegres, la llegada de los motociclistas.
Los menores disfrutaron de inflables, juegos y la oportunidad de dar una vuelta en moto, mientras que Santa Claus, encarnado por un motociclista, les entregaba los esperados regalos.
“La emoción de los niños al recibir sus regalos es indescriptible. Cada año nos llena de alegría ver cómo este evento crece y cómo podemos impactar positivamente la vida de tantos pequeños.
“Este año, además de los regalos tradicionales, quisimos adelantarnos y ayudar a los niños de la comunidad indígena de Boruca con útiles escolares para el próximo año escolar”, comentó Montserrat Courrau, directora de Comunicación y Responsabilidad Social Empresarial (RSE), de Ruta 27 by Globalvia.
El evento, que se organiza desde setiembre, es un esfuerzo muy bien coordinado que lleva un muy buen trabajo en equipo para asegurar un tránsito fluido y seguro en las carreteras.
David Porras, representante de la Asociación Costarricense de Motoclubes, destacó el apoyo crucial de Ruta 27, que facilita el paso de los motociclistas ya que la concesionaria asume el costo total del peaje de Escazú de todos los motociclistas que participan en la caravana.
“Este evento es el resultado del trabajo conjunto de muchos. Desde los motociclistas que organizamos todo con meses de antelación, hasta las empresas como ruta 27, que siempre nos brindan apoyo, todo para garantizar que este día sea especial para los niños”, expresó Porras.