Nada bien cayó la idea de que líderes comunales en las regiones Huetar Norte y Chorotega hicieran de “detectives” para encontrar personas sospechosas de padecer COVID-19.
La exministra de Salud e infectóloga María Luisa Ávila fue la primera que encendió las luces de emergencia por esa especie de CSI-Coronavirus.
La doctora puso los puntos sobre las íes: “No coincido con (Román) Macaya y sus ‘vigilantes’, no hay que abrir portillos peligrosos. El miedo vende, así que mucho cuidado”, advirtió Ávila en su cuenta de Twitter.
La exministra mencionó a Román Macaya, presidente ejecutivo de la Caja, por que fue él quien el domingo anunció una “estrategia institucional regional de vigilancia epidemiológica” en la Zona Norte, donde ha habido un aumento de casos del nuevo coronavirus.
Macaya habló de una unión de esfuerzos entre la Caja y líderes comunales para tratar de localizar posibles focos de contagio y mantener vigiladas a las personas a quienes Salud les dio una orden de cuarentena.
Los “detectives”
Las palabras de Macaya fueron: “estamos identificando líderes comunales que trabajen como un tipo de ‘detective’ dentro de la comunidad. Que nos alerten de qué miembros de esa comunidad requieren atención de salud, quiénes están mostrando síntomas, dónde hay una persona o un adulto mayor con antecedentes de otra enfermedad que los hace un riesgo y que deberíamos estar visitando”.
Pero esos detectives comunitarios sin placa y con autoridad sanitaria tampoco le gustas al presidente de la Asamblea Legislativa, Eduardo Cruickshank.
“Hemos apoyado muchas de las acciones de las autoridades de Salud, pero en este caso nos parece que se extralimitan y podrían poner en riesgo la libertad de los costarricenses”, dijo Cruickshank.
El presidente del Congreso aseguró: “este tipo de medidas pueden prestarse para abusos y podrían ser una especie de control que no es propio de un país democrático".
“Entendemos que el coronavirus ha obligado a medidas sanitarias y restricciones fuertes que nosotros hemos avalado desde la Asamblea Legislativa; sin embargo, esta acción anunciada por la Caja es desacertada.
“No ha sido buena la experiencia en otros países de tener ciudadanos que se convierten en informantes y vigilantes de sus vecinos. Es un tema muy delicado en el cual el país no se puede aventurar”, concluyó Cruickshank.
Al diputado socialcristiano Pedro Muñoz tampoco le gustó el tema de los “CSI-Coronavirus”.
“El Covid-19 está entrando por el coladero que tenemos en las fronteras. Hemos insistido en pruebas masivas, pero el Gobierno prefiere jugar a los detectives”, opinó Muñoz.
Solo 24 horas
Ante el “no” de diferentes sectores, Macaya cambió el rumbo de sus “detectives” 24 horas después y les quitó placa, lupa y demás.
“Ese enlace con la comunidad es indispensable para ayudar a nuestros ciudadanos a recuperarse en la salud y recordar que en este concepto la Caja no es un ente policial, es un ente asistencial.
“O sea, tenemos que ayudarle a la gente a mejorarse, eso buscamos, que la comunidad nos ayude a ayudarle a los ciudadanos”, dijo don Román.