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Los chanchitos de barro que usamos como alcancías tienen un enemigo a muerte

Los chanchitos de barro que usamos de alcancía llevan un largo proceso de fabricación que dura más de una semana

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Los chanchitos de barro que muchas familias usamos como alcancía tienen un enemigo a muerte que afecta las ventas de sus fabricantes, pero eso no significa que estén desapareciendo; por el contrario, les vamos a demostrar que estos cerditos gozan de muy buena salud.

Paola Ortega Ramirez y su hermano Israel Ortega muestran el proceso de fabricación de los chanchitos de arcilla en la alfarería Estrella del Sur / Foto John Durán
Los chanchitos de barro que usamos de alcancías ahora tienen un enemigo a muerte. Israel usa pala y pico. (JOHN DURAN)

Le contamos, por si no lo sabía, que en Alajuelita hay una fábrica de estos chanchitos y tiene más de 40 años de existir. La visitamos el pasado miércoles 11 de diciembre, justo cuando ya arrancó la temporada alta de estas alcancías, pues es cuando más se venden.

Paola Ortega Ramirez y su hermano Israel Ortega muestran el proceso de fabricación de los chanchitos de arcilla en la alfarería Estrella del Sur / Foto John Durán
Cuando llena el carretillo pasa a la parte de adentro del negocito. (JOHN DURAN)

Muy amablemente nos abrieron las puertas de la Alfarería Estrella de Sur, que está ubicada desde hace más de cuatro décadas en Concepción Arriba de Alajuelita. Nos atendieron Paola e Israel Ortega Ramírez, los hijos de don Miguel Ángel Ortega Solís, quien heredó el arte de la alfarería de su papá (don Ramón Ortega, ya fallecido) y ahora se lo transmitió a sus hijos.

Los chanchitos de barro que usamos como alcancías se hacen en Alajuelita
Paola Ortega Ramirez y su hermano Israel Ortega muestran el proceso de fabricación de los chanchitos de arcilla en la alfarería Estrella del Sur / Foto John Durán
En esta parte se echan las pelotas de barro para afinarlos. (JOHN DURAN)

Como les dijimos, llegamos en plena temporada alta, por eso don Miguel Ángel no estaba, andaba fajado repartiendo chanchitos de barro en Guápiles. Estos amigos del ahorro los hace la familia alajueliteña para distribuirlos en las cinco provincias.

Paola Ortega Ramirez y su hermano Israel Ortega muestran el proceso de fabricación de los chanchitos de arcilla en la alfarería Estrella del Sur / Foto John Durán
El barro afinado se pasa directo a los moldes dependiendo del tamaño. (JOHN DURAN)

“Sí se venden. Muchos. Gracias a Dios, el negocio continúa; sin embargo, quiero contarle que estos chachitos tienen ahora un gran enemigo, el SINPE Móvil. Desde que llegó el SINPE comenzaron a bajar las ventas, porque la gente ahora usa sobres digitales o paga el dinero de una vez y eso ha provocado que ocupen menos las alcancías”, nos cuenta Paola.

Paola Ortega Ramirez y su hermano Israel Ortega muestran el proceso de fabricación de los chanchitos de arcilla en la alfarería Estrella del Sur / Foto John Durán
Don Robert Guarin es el encargado de darle el afinado a cada chanchito. (JOHN DURAN)

Fue lindísima la experiencia que vivimos con esta familia porque, en verdad, hacen los chanchitos desde que sacan a pico y pala el pedazo de barro (en realidad es arcilla), lo echan en un carretillo y lo llevan a la parte interna de la fabriquita.

Paola Ortega Ramirez y su hermano Israel Ortega muestran el proceso de fabricación de los chanchitos de arcilla en la alfarería Estrella del Sur / Foto John Durán
Una vez afinados, se les debe dar un tiempo para que sequen. (JOHN DURAN)

“Nosotros (Paola e Israel) somos la tercera generación que hace chanchitos de barro. Mi abuelo (don Ramón), fue quien comenzó la empresa, la siguió mi papá y ahora los seis hijos estamos metidos y sabemos todo el proceso de fabricación”, explica Israel.

Recuerda Paola que ella comenzó a trabajar con los chachitos desde que tenía cinco años. Salía de la escuela, hacía las tareas y se ponía las pilas a trabajar porque reconoce que desde muy chiquilla le gusta la plata. Todas las vacaciones las aprovechaba haciendo alcancías y su buena platica sacaba.

Paola Ortega Ramirez y su hermano Israel Ortega muestran el proceso de fabricación de los chanchitos de arcilla en la alfarería Estrella del Sur / Foto John Durán
Paola es la encargada de pintar cada alcancía. Se le pasa una mano de amarillo como base y después los otros colores. (JOHN DURAN)

Como le hicimos recordar la historia bonita de la alfarería, fue imposible que no se acordara también de lo no tan lindo y fue ahí cuando hasta el rostro le cambió, ya que se puso triste.

“Le cuento que en el 2012 esta fábrica se quemó toda. Fue a eso de las 5 de la tarde del 18 de julio. Hubo un incendio en el puro centro del terreno, entonces el fuego agarró para todos lados y se quemó todo por completo. No solo se quemó la alfarería, sino también nuestra casa, nos quedamos solo con la ropa que andábamos puesta.

Paola Ortega Ramirez y su hermano Israel Ortega muestran el proceso de fabricación de los chanchitos de arcilla en la alfarería Estrella del Sur / Foto John Durán
El amarillo se pasa con brocha gorda y el rojo, verde o azul con pistola. (JOHN DURAN)

“Gracias a Dios, mucha gente nos ayudó, familiares, vecinos, instituciones, gente que era amiga del negocio. Con esas ayudas pudimos volver a echar a andar la empresa. No fue para nada fácil, pero lo logramos a pesar de haber quedado sin negocio y sin casa”, recordó.

A pesar de que “Don SINPE” se convirtió en tremendo enemigo de los chachitos de barro, sobre todo después de la pandemia, los alajueliteños agradecen que todavía existen miles de familias que le apuestan todo al ahorro como propósito de año nuevo.

Paola Ortega Ramirez y su hermano Israel Ortega muestran el proceso de fabricación de los chanchitos de arcilla en la alfarería Estrella del Sur / Foto John Durán
Israel y Paola sostienen al berracho, el chancho más grande que hacen. (JOHN DURAN)

“La Teja está llegando justo en el inicio de la temporada alta. Aquí se comienzan a vender muchos chachitos a partir de diciembre y hasta marzo; esos son los mejores meses del año para la venta, pero nunca dejamos de trabajar, todo el año estamos haciendo alcancías. Cada chanchito dura un poquito más de una semana haciéndose.

“Todavía hay hogares en los cuales el chanchito se compra para iniciar los ahorros del año: marchamos, útiles escolares del siguiente año, para ayudarse con los gastos de fin de año; en fin, el ahorro se mantiene como buena costumbre. A partir de noviembre comienzan a quebrarlos para reiniciar en enero”, reconoce Paola.

Paola Ortega Ramirez y su hermano Israel Ortega muestran el proceso de fabricación de los chanchitos de arcilla en la alfarería Estrella del Sur / Foto John Durán
En el negocito familiar alajueliteño hay chanchitos por todos lados y en medio de todos los procesos. (JOHN DURAN)

Cualquier persona o negocio puede llamar a esta pulseadora familia para pedirle su chachito y así iniciar la buena costumbre del ahorro, el teléfono es: 8836-3117. También tienen Facebook “Chanchitos de barro Estrella del Sur” e Instagram, @alcancias.estrelladelsur.

Paola Ortega Ramirez y su hermano Israel Ortega muestran el proceso de fabricación de los chanchitos de arcilla en la alfarería Estrella del Sur / Foto John Durán
Estos hermosos gorditos ya están listos para que en su casa comiencen el ahorro del 2025. (JOHN DURAN)

Tienen nueve tamaños de chachitos; eso sí, les advertimos que el más grande es como para que lo llenen en una empresa entre varios empleados, por ejemplo, porque en una familia se dura tamaño poco de tiempo. Explica Paola que al más grande se le pueden sacar, echándole solo monedas de 500 colones, unos 5 millones.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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