El nueve de febrero del próximo año (2020) podría llegar la tercera generación de Lola, la famosa chanchita de playa Avellanas, en Santa Cruz de Guanacaste.
Eso le contó a La Teja Christie Bettinsoli, propietaria del regordete animal que murió el viernes pasado.
“Ambas generaciones de Lola fueron regalos de cumpleaños de mi esposo y mis hijos, por lo que de mantenerse la tradición, pensaría que me darán la próxima en febrero”, contó Bettinsoli.
Si usted ha visitado esta playa del año 2000 en adelante, fijo sabe de quién estamos hablando, pues la hermosa chanchita camina tranquilamente por la arena y se mete a darse un chapuzón en el mar, algo poco común en este tipo de animales, que estamos más acostumbrados a verlos llenos de barro y encerrados en una chanchera.
La primera Lola llegó en febrero del 2000 y murió en el 2009 y fue tan querida por todos que los Bettinsoli hasta le cambiaron el nombre a su negocio por Lola’s on the beach, como se le conoce actualmente. Lolita, como realmente se llamaba la segunda, estuvo con la familia del 2010 al 2019.
La cerdita que falleció el viernes no estaba relacionada con la primera, pero sí era de una finca cercana. Ella fue enterrada en la propiedad con la ayuda de muchos amigos que volaron pala para cavar su tumba.
Y tranquilos, para todos los mal pensados que creen que la mataron en este mes para hacerla en tamales, Christie lo desmiente y asegura que era muy querida por la familia y están dolidos por su pérdida.