La doctora Lineth Piedra puede rajar que es única en el país.
Según los registros del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, ella es la única mujer especialista en medicina crítica y Cuidados Intensivos del país.
Ella tiene 32 años de servicio y 21 de ellos los dedicó a esa especialidad en el hospital San Juan de Dios, experiencia que no se la brinca un sapo.
La doctora tiene 55 años y es vecina de Curridabat, es una enamorada de su trabajo y por eso se entrega tanto a quienes la rodean, tanto pacientes como los compañeros, con los que lucha codo a codo por arrebatarle vidas a la muerte.
“A cada paciente que atiendo le entrego un pedacito de mi corazón para que se sienta querido y en familia porque todas las personas tienen a alguien en casa que aman y extrañan. Cada paciente es papá, es hermano, es hijo, es mamá, es tío, entonces uno se pone en el lugar de los parientes que esperan noticias de su ser querido a diario”, dijo la doctora Piedra.
Además de la mencionada especialidad, es nutrióloga clínica, lo que demuestra lo aplicada que es para el estudio.
“Uno ofrece el mayor esfuerzo y hace hasta lo imposible por salvarle la vida a todos nuestros usuarios. El sueño de uno como profesional de la salud es que esa persona que está ahí en una cama regular o de cuidados intensivos y que lucha por su vida vuelva a su terruño, a su hogar, a su entorno”, contó la especialista.
La doctora Piedra Hernández carga sobre sus hombros experiencias muy duras, como ver a pacientes y a compañeros de trabajo irse de esta vida. Ese dolor que lleva dentro la motiva para pedirle a los costarricenses que se cuiden.
“Cuidarse es una responsabilidad individual, es un acto de amor por las demás personas. Hay que evitar a toda costa la posibilidad de infectarse por covid-19. No cuesta nada, no estamos hablando de sacrificios, de inversiones de dinero, es solo lavarse las manos, guardar la distancia, no romper núcleos familiares, es usar la mascarilla correctamente”, hace el llamado la doctora que la ha visto muy duro en los últimos diez meses.
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Dolor de cerquita
Uno de los momentos más duros para ella, quizás, fue ver morir a su compañero, amigo y confidente, el doctor Jaime Solís, a quien recuerda como un gran profesional por como se entregaba a los pacientes, tanto así que dio su vida por todos ellos, legado que no borrará tan fácilmente.
“Yo no quiero que nadie sufra por la partida de un ser querido, porque eso duele y duele en el alma” expresó la funcionaria.
La doctora fue de las primeras en el San Juan de Dios fue en ponerse la vacuna contra el covid-19 y pide a los ticos reconocer los esfuerzos que hace el país para enfrentar como los grandes la pandemia que arrodilló al mundo.
“La Caja ha hecho grandes esfuerzos por facilitarnos todo lo que necesitamos, es increíble ver cómo se ha manejado la pandemia en un lugar tan chiquitito, con recursos tan limitados, pero hoy tenemos la certeza que tenemos mejores números, mejor manejo y mejor sobrevivencia que muchos países grandes. Tenemos el privilegio de contar con la vacuna y ser de los primeros en el continente americano de contar con el medicamento”, destacó la trabajadora.
La doctora Piedra recuerda que la gente debe cuidarse mucho en estos momentos porque ellos necesitan espacios disponibles porque a cuidados intensivos llegan pacientes de todo tipo.
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“No solo atendemos los pacientes covid-19, también vemos a los usuarios con patologías críticas o asegurados que requirieron cirugías muy complejas que demandan cuidados extremos y avanzados”.