Nacional

Líder de fundación: "Dios va a usar la vida de Sebas para ayudar a otros"

Roberto Murillo fue testigo del gran corazón que tenía Sebas, al niño le encantaba ayudar a los más necesitados

EscucharEscuchar
Roberto Murillo, fundador de Grítalo, dice que siente que aún no ha podido llorar lo suficiente por su amiguito Sebas. Foto Jeffrey Zamora (Jeffrey Zamora R)

Para Roberto Murillo, la muerte de Sebastián Díaz no es ni será en vano.

Roberto es el líder de la Fundación Grítalo, lugar al que a Sebas le encantaba ir para ayudar a los más necesitados.

Sebastián, de apenas 12 años, murió atropellado por el tren el 28 de febrero, al costado sur del Liceo de Costa Rica.

Murillo, aún no supera el fallecimiento de uno de sus colaboradores más pequeños de edad, pero más grande de corazón. Para él, Sebas, como le decían de cariño, pese a su edad era un líder, por lo que lo tenían proyectado para que, a futuro, fuera una pieza importante en el grupo.

Por eso y por lo mucho que se sentía su presencia es que ahora para ellos duele más la ausencia de un niño que, pese a que era un poco tímido en su día a día, se transformaba cada vez que le tocaba ayudar a los demás.

La Teja conversó con Murillo una semana después del fatal accidente, acá un fragmento de la conversación.

–¿Desde hace cuánto tiempo conoció a Sebastián?

Hace dos años, cuando una pareja de voluntarios que vivían cerca de la casa de él invitó a su familia a que vinieran.

–¿Tuvo la oportunidad de conocerlo bien?

Sí, porque era de los que le gustaba tener ese acercamiento, compartir, al final de las actividades compartimos experiencias de lo que hicimos y él era uno de los que le gustaba hablar, expresarse, no era callado, le gustaba compartir y no le daba pena, de hecho hay voluntarios que nunca hablan y él no era uno de esos.

Imágenes de Sebastián, cortesía de Rocío Valverde para LN.

–¿Él siempre era así o solo con ustedes?

Sí, él era así en general, pero de hecho disfrutaba más estando afuera con la gente, muchos de los chiquillos lo conocían y lo veían no como alguien que llegaba a ayudar, sino como un amigo de ellos porque Sebas no se mostraba ante ellos como alguien que viniera ayudarles, sino como un amigo.

–¿Qué destacaría de Sebas, qué es lo que más recuerda de él?

Ese liderazgo que tenía con los chicos, eso me impactó, yo creo que si siguiera acá con nosotros hubiera llegado a ser un líder muy fuerte, ya lo estaba siendo porque muchos chicos lo buscaban, era muy bonito, la felicidad la alegría que él compartía, la verdad es que con la muerte de Sebas perdimos un líder.

–Sé que es difícil asimilar un momento como estos, pero dicen que Dios siempre se lleva a la gente buena de primero...

Yo hablé con la mamá de él y le dije que esto iba a servir para salvar a muchos niños, no es para menos que haya brincado todo esto de parar el bullying porque desde el accidente he visto a mucha gente que ve lo sucedido como el momento para salir de esto, en la vigilia varias personas me contaron sus historias y estaban muy afectadas. Creo que Dios se valió de esto para ayudar a otros, se lo dije a la mamá, Dios va a usar la vida de Sebas para ayudar a otros, esto va a trascender.

–¿Cree que ese era el propósito de Dios con Sebas?

Uno puede decir que sí. Ya no está con nosotros, pero lo sigue cumpliendo porque está ayudando a muchas personas, creo que Dios está ayudándole a cumplir su propósito.

–Es raro que un niño de esa edad prefiriera ayudar a disfrutar con sus amigos, ¿cree usted que Grítalo era una salida para huir del bullying?

No sé cómo era la relación con sus amigos, pero a a lo que conversaba con la mamá, él se llevaba muy bien con la gente, así que para mí esto no era una salida para él, sino lo que a él le gustaba, el amaba ayudar a los demás, compartir con los demás, esto era una excusa más para poder compartir con la gente, era demasiado, yo no tengo manera de describirlo, era el más animado, activo, se le veía la pasión por ayudar.

–¿Dónde estaba usted en el momento del accidente?

Estábamos acá (en la fundación), pero no me enteré sino hasta las 10 de la noche que me llamó una de las muchachas que lo trajo aquí porque yo ni siquiera había escuchado la noticia del accidente.

Es algo que uno no puede creer, no supe ni que decir, solo dije 'ay Dios'. De hecho mi esposa estaba dormida, pero no la desperté y ella me dijo, al otro día, que por qué no lo hice, pero es que me quedé pensando, buscando noticias para ver qué había pasado y me quedé como en shock, no me podía dormir y ya al día siguiente le conté a mi esposa, pero no sabe uno qué hacer en ese momento.

Roberto Murillo ama ayudar a la gente, tal y como le gustaba a Sebastián. Foto Jeffrey Zamora (Jeffrey Zamora R)

–¿Y ya pudo desahogarse?

En ese momento no, la mamá me decía en la vigilia que ella no había podido llorar porque no había tenido chance, que no la han dejado, creo que así hemos estado muchos, la gente me pregunta, se me acerca, ha habido momentos donde me ha costado mucho; sin embargo, ha habido momentos, como en una entrevista, donde me hicieron una pregunta y ahí si no pude más, el domingo tuvimos una reunión de equipo y hubo un momento donde empecé a hablar de él y no logré hablar más.

Este es el comedor donde cientos de niños se ven beneficiados gracias a la fundación Grítalo, en San José. Foto Jeffrey Zamora (Jeffrey Zamora R)

–¿Le ha tratado de buscar una explicación a lo que pasó?

Hay días que sí, que uno piensa qué habrá pasado, que lo habrá llevado a eso, con estas noticias de que el OIJ no descarta por completo que haya sido bullying pienso que habrá pasado por la mente de él, pero cuando lo pienso me duele, por eso trato de sacar lo bueno de esto, aunque cueste, pero lo estamos viendo, sé que muchos van a salir del silencio por la vida de Sebas. He tratado de llegar a pensar si fue esto o lo otro, pero no voy a descubrirlo, así que no me voy a maltratar más.

–¿Y a qué conclusión llegó?

He llegado a creer que sí fue impulsado por los demás, por estos retos, esto es lo que yo pensaba y creo que es como tratar de decir que hay culpables, como para no decir que fue decisión de él, pero no podemos descartar nada.

–¿Qué es lo que cree la gente más cercana a él?

Todos manejamos lo mismo, que él fue impulsado, o un momento en el que el mismo se retó o la presión de grupo lo impulsó a hacer eso. Algunas personas cercanas quieren llegar más allá para sacar a la luz qué pasó para tener esa paz, pero nada de lo que digan o de las conclusiones nos van a devolver a Sebas.

Sebastián Díaz González, el colegial atropellado por el tren. Foto: Tomado del facebook de Laura Chinchilla

–¿Qué más sabe de la mamá de Sebas?

De lo que me ha compartido siento que está muy presionada por haber sido esto tan mediático porque van y le tocan la puerta de la casa y la busca mucha gente y eso la presiona a no poder llevar el luto tranquila, eso es parte de lo que le ha afectado y ella merece un descanso, yo quisiera pedirles a todos que la dejen descansar, eso es lo que más le ha costado porque no ha podido asimilar esto.

Marcelo Poltronieri

Editor web, acomodador del periódico impreso y uno de los encargados de los posteos en las redes sociales de La Teja. Ha trabajado en Grupo Nación desde el 2012 en distintos productos y secciones. Es bachiller en Periodismo y licenciado en Producción Audiovisual en la Universidad Federada San Judas Tadeo.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.