En estas fiestas patrias los ticos festejarán como siempre lo hacen, con la sonrisa de oreja a oreja, faroles, cantando el Himno Nacional y disfrutando de los desfiles, todo con esa actitud tan pura vida que los caracteriza.
Precisamente esa frase "pura vida" es sello nacional, es la combinación que identifica al tico. Es como una marca registrada, dos palabras que reflejan la amabilidad, la simpatía y la forma simplista como el tico ve el mundo y afronta la vida.
“Considero que es la frase idiomática que representa la personalidad en general del costarricense, porque simboliza la libertad, la democracia y encierra un concepto de positivismo ante los problemas”, indicó el historiador Tomás Federico Arias Castro, director de la cátedra de Historia del Derecho de la Universidad de Costa Rica.
Sonia Gómez Vargas, también historiadora, considera que la misma sociedad, con la ayuda de los medios de comunicación, ha ido encausando esa frase hasta darle un lugar especial en la cultura criolla.
“Así ha pasado con otras frases o actitudes y puede que haya cosas negativas, como decir que llegar tarde es parte de la idiosincracia del tico, lo cual no es cierto. También se dan cosas positivas como esta frase (pura vida) que es muy bonita”, expresó doña Sonia.
Según investigaciones, decir "pura vida" empezó a usarse en la década de 1950, como una forma de decir que las cosas estaban bien. En los sesenta se empezó a universalizar entre los costarricenses, pero es en los ochentas cuando se consolida.
Clavillazo
Según Arias, la frase tiene su origen en una película mexicana llamada “Pura Vida” protagonizada por Antonio Espino y Mora, conocido como "Clavillazo".
En esa película, Clavillazo interpreta a "Melquiades Ledezma", quien se caracteriza por tener mala suerte. Por eso lo expulsan del pueblo. Pero cada vez que Melquiades enfrenta una situación o le preguntan ¿cómo está?, responde: "puuura vida".
Arias dice que la película fue un taquillazo en Tiquicia (en 1956) y debido a ese éxito que tuvo, el costarricense acudía a la frase cuando quería expresar que las cosas iban bien, aunque claramente en el Clavillazo era una ironía.
“Se consolidó cuando esa generación tenía unos cuarenta años, primero como un saludo: '¿y cómo le va?, pura vida', respondían. Luego, se usó para hacer referencia a algo que no salía muy bien”; añadió Arias.
Un detalle que pudo contribuir a esa consolidación se debió a Ramón Valdés (Don Ramón) que salió en la película cuando era un desconocido, pero al interpretar a Don Ramón en el "Chavo del Ocho", la gente lo recordó.
Hoy en día, pura vida es un saludo, una estado de ánimo, un sinónimo de bonito, de bienestar, una forma de despedirse, de calificar algo, de mostrar admiración. Una forma de ser.