El delantero costarricense Anthony Contreras le dio vida a un proyecto para acercar a los jóvenes al fútbol y sembrar en ellos valores y principios cristianos, tal y como lo hicieron con él cuando era un niño.
En junio del año pasado, Contreras, quien juega en el Pafos F.C. de la Primera División de Chipre, y su familia, inauguraron la Academia de Fútbol Anthony Contreras (El Pesebre) y en la actualidad forman a unos 130 niños y jóvenes, quienes viven en el distrito de Pavas y son amantes del balompié.
Una manita. La academia busca padrinos para poder ayudar a más niños y jóvenes con el comedor. Si desea apuntarse puede enviar un mensaje al 8859-1001.
La academia se localiza en las instalaciones del Centro de Esperanza El Pesebre, en Lomas del Río, en donde Anthony dio sus primeros pasos como jugador. Anthony Contreras padre es el director de la academia y contó que, con la ayuda de miembros de la iglesia, imparten clases de fútbol tres veces por semana y también tienen un comedor.
“Abrimos la academia, porque queríamos llevar un mensaje de fe. Decidimos unir la escuela de fútbol con la iglesia, porque Anthony comenzó en el fútbol gracias a su pastor, Fabián Silva y él fue quien vio en mi hijo condiciones para convertirse en futbolista”, destacó.
Entusiasmado
Don Anthony contó que, poco a poco, y gracias a la academia, algunos de los niños ya se han involucrado en los temas de la iglesia.
“Muchos de ellos se acercaron a nosotros porque les gusta jugar bola, pero no formaban parte de la iglesia y ya se van integrando con sus familias. Queremos alejar a los niños y jóvenes de los vicios, reforzar la parte espiritual y también desarrollar proyectos de otros deportes que nos sean el fútbol, pero necesitamos apoyo”, agregó.
En este momento, el comedor atiende a 25 niños. Las clases se dan los lunes, jueves y viernes y antes de comenzar a tocar el balón, los chiquillos escuchan la palabra de Dios, de forma tal que no les parezca aburrida.
En la academia participan fiebres desde los 5 y hasta los 19 años. Hay varias categorías y el año pasado compítieron en una especie de campeonato y las categorías U-11 y U-13 destacaron por su compromiso dentro y fuera de la cancha.
“Anthony nos ayuda con un dinerito para solventar algunos gastos de la academia. Sin embargo, a veces la plata no alcanza, porque cada vez recibimos más estudiantes y estamos buscando padrinos, para hacer crecer este proyecto.
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“Él está muy feliz de ver que parte de lo que él vivió se puede transmitir, que este proyecto es una herramienta para ayudarles, a como a él se le ayudó y se alegra por ser un instrumento de bendición”, manifestó.