Bruno es un hermoso chanchito mini pig de once meses, pero él no lo sabe, más bien cree que es un perro.
Merlyn Calvo Hidalgo es la dueña de Bruno y cuenta que llegó a su vida de una forma un poco loca.
El año pasado ella le comentó a su esposo, Albán Mora, que quería un pato y, en diciembre, un día él llegó con una caja de cartón llena de huequitos y ella pensó que se trataba del patito.
Cuando la abrió se llevó la sorpresa de que era un tierno y hermoso chanchito de apenas dos meses.
LEA MÁS: ¿Cómo es ser boyero a tiempo completo? Tico nos cuenta cómo mantiene viva hermosa tradición
Merlyn y Albán ya tenían cuatro perros, dos gatos y tres conejos; además, tienen cobayas o conejitos de indias, entonces decidieron mantener a Bruno en el cuarto de ellos, mientras los demás animales se familiarizaban con él, ya que no querían que le hicieran daño.
“Fui presentándole a Bruno a cada uno de mis animales, para que lo vieran y lo fueran conociendo. Bruno es muy inteligente y muy rápido aprendió a hacer sus necesidades en la caja de arena de los gatos.
“En cuestión de cuatro días ya lo dejamos salir del cuarto para que anduviera por toda la casa, como las demás mascotas. Empezó a andar detrás de los perros y entonces el comportamiento de él es como el de un perro, por eso le decimos que es un ‘chanchi-perri’”, contó la mujer.
Ella asegura que Bruno corre como un perro, duerme como un perro, juega con los juguetes como un perro, le gusta que le hagan cariño como un perro y le encanta salir a pasear como un perro, lo único que le falta es ladrar.
Bruno es muy comelón
Bruno es un mini pig, pero de mini no tiene mucho porque es grandote y come muchísimo.
Le encantan las peras, las manzanas, las guayabas, la avena integral, el pepino, el chayote, la remolacha, la zanahoria, el brócoli, el zuquini, y los bananos. También le gusta mucho el camote, la yuca y la papa, pero de esto le dan poquito para que no se engorde más de la cuenta.
LEA MÁS: Diputada denuncia que MEP tiene guardadas 44 mil computadoras por una razón descabellada
“Le combinamos varias de estas cosas con alimento para conejo y le damos de comer dos veces al día. Un desayuno de él es, por ejemplo: dos chayotes, un zuquini, una pera, dos bananos, dos zanahorias, y una remolacha, todo eso cortado en pedacitos y se complementa con una tacita de comida para conejo.
“Bruno es muy inteligente y siempre anda haciendo travesuras; una vez me botó el frutero y se comió como tres kilos de pepino, camote, papas, melones y un montón de cosas. Luego de eso casi ni podía caminar de la comida que se dio”, contó la dueña del chanchito.
Cuando le dan de comer a los perros y gatos tienen que hacerlo lejos del chanchito porque si no él arrasa con todo.
“Los chanchos son muy inteligentes y tienen mucha fuerza en la nariz, entonces aprenden a abrir puertas, también pueden abrir la refri, las gavetas, uno tiene que andar cuidándolos”, relató la mujer.
Merlyn dice que al contrario de lo que mucha gente cree, los chanchos no tienen olor porque ellos no tienen poros, entonces no sudan.
LEA MÁS: Aresep golpea la mesa y toma una drástica medida con empresa que vende gas
A Bruno lo cuidan tanto que lo bañan cada dos días, le ponen crema para hidratarle la piel y también le aplican bloqueador solar, porque a él le encanta meterse en la piscina que tienen en el patio, entonces se asolea mucho.
Naná es una de las perritas que vive con Bruno y es su mejor amiga, no se despegan en ningún momento.
A los dos les encanta jugar con los muñequitos que tienen, y se acuestan a dormir juntos en las camas que están en la sala
Bruno es bien chineado y cuando se antoja de comer algo va donde Merlyn y empieza a empujarla con la nariz y le llora para que le dé algo de comer, es un bandido manipulador.
Es amistoso y siempre causa sensación
Bruno es bueno para hacer amigos. Merlyn tiene una empresita y cuando los clientes llegan a recoger los encargos quedan enamorados del chanchito.
La empresa de ella se llama Chanchi Colors y Bruno es la sensación de sus redes sociales porque todo el mundo lo conoce; él y sus demás mascotas forman parte de “La Pandilla”, como les llaman los seguidores del negocio, quienes pasan preguntando por los animalitos.
LEA MÁS: ¿Qué conectar primero al cargar el celular? La respuesta sobre este dilema le sorprenderá
También es la sensación del barrio donde vive, en Caballo Blanco de Cartago, porque cada vez que lo llevan a pasear al parque todo el mundo tiene que ver con él.
Merlyn dice que Bruno es un miembro más de la familia y que por eso cuando le pregunta si se lo va a comer en diciembre ella deja muy claro que jamás haría eso.
“Dios guarde comérselo, pobrecito, más bien estamos en mi casa en el proceso de dejar de comer carne de cerdo, inspirados por Bruno. A mi esposo es al que más le ha costado porque le encanta el chicharrón, pero ahí vamos”, dijo la mujer.
La veterinaria María Antonieta Leandro explica que el tener un chacho de estos en la casa y tratarlo como una mascota más no representa ningún riesgo para él porque este tipo de chanchitos fueron creados para ser animales de compañía, entonces no hay ningún problema en que vivan, prácticamente, como un perro.