Hoy probablemente en su barrio haya mínimo una venta de tacos, papas y hamburguesas que le saque los antojos, pero hace 50 años, cuando abrió sus puertas la Taquería Costa Rica, esto no era común.

Pero como todo negocito empezó con poquito, con una pequeña ventanita en la esquina de la casa de don Jorge Torres y su esposa, Nidia Vargas, y poco a poco, conforme crecía el sueño, fue acaparando más rincones del hogar, hasta el día de hoy que la propiedad está dedicada por completo a la atención del público y venta de comidas.

Y como no todos los días se alcanzan los 50 años, hay que celebrarlo a lo grande y don Roberto Torres, uno de los siete hijos de don Jorge (q.d.D.g), quien actualmente se encarga de la empresa familiar, coordinó todo para festejarlo este sábado 17 de setiembre a partir de las 7 p.m.

Con pintacaritas, cimarrona, mariachi, comparsa, juego de pólvora y la presentación del cantante Gonín, los clientes y vecinos de Hatillo tres, donde se ubica la taquería, podrán festejar en grande y además, tendrán rifas y descuentos.

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Eligieron este 17 de setiembre de modo simbólico, pues según nos contó don Roberto, sabe que fue en setiembre de 1972 cuando sus padres iniciaron esta aventura, pero no precisa la fecha.

“En las actividades familiares lo comentaban que fue en este mes, pero como en aquellos tiempos no se documentaba todo, pues no sabemos en cuál fecha fue, porque ni ellos mismos pensaban que iba a tener el auge que tuvo”, recordó el hoy propietario.

Torres reconoció que nació como una necesidad que tenían sus papás, ya debían mantener y sacar adelante a siete hijos.

Incluso, la taquería surge como complemento al otro negocio con el que la pulseaba don Jorge, que era la barbería París, ubicada detrás del edificio de la Caja Costarricense de Seguro Social en el centro de Chepe.

Menú ampliado

“Comenzamos con unos cuantos productos. En aquel tiempo la palabra hamburguesa no se había popularizado y le llamábamos torta, tiempo después se hizo la diferenciación de la hamburguesa con el pan especial y la torta de carne que era más bien como un gallo con dos tortillas, repollo y salsas”, recordó con Roberto.

La empanada, la torta de carne, el gallo de salchichón y el taco fueron con los cuatro productos que iniciaron, así como el fresco de frutas y hoy cuentan con más de 50 delicias en el menú, que ha crecido con diferentes variantes de cada uno de los platillos y la incorporación de casados y platos especiales como el chifrijo, chicharrones, entre otros.

“En aquel tiempo mi papá tenía amistad con Álvaro Camacho, el del pan Camacho, y recuerdo que estando pequeñito él me llevaba a recoger el pan allá a Desamparados, donde quedaba radio Reloj y otros proveedores que nos ha acompañado desde el inicio son Indrustrias de Maíz y salsas La Única quienes a través de los años han permanecido fieles a nosotros”, explicó el propietario de 53 años.

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Don Roberto asegura que en diferentes épocas sus hermanos se involucraron en el negocio familiar y hace 20 años aproximadamente él quedó solo con su padre y comenzaron a hacer algunos cambios para modernizarlo.

Don Jorge fue siempre muy pulseador, por lo que organizaba su tiempo para salir a jalar estudiantes con una buseta que se compró, luego mientras estos estaban en clases se iba a trabajar en la barbería, la cerraba al mediodía para recoger a los chiquitos a la salida de clases, volvía a la barbería y a las seis de la tarde empezaba con la atención de la taquería junto a su señora.

Duros retos

Como en todo, no siempre las cosas marchan como se espera y en enero del 2011 sufrieron un duro golpe al quemarse el local en un 90% y como a muchos negocios, la pandemia los puso a prueba.

“Con el incendio lo perdimos todo, equipo, materia prima, mobiliario. Reconstruimos en tres meses y nos volvimos a levantar, gracias a Dios”, recordó don Roberto.

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Torres considera que gran parte de su éxito se lo deben a Dios, por eso cada mañana antes de iniciar el día hacen con una oración y esa encomienda diaria, asegura, les permitió durante la pandemia no tener que despedir a nadie.

Hay clientes que los visitan y le comentan que lo conocieron a él desde que estaba chiquitillo.

Horario: De lunes a jueves de 11:30 a.m. a 11 p.m. Viernes de 11:30 a 2:30 p.m., sábados de 6 p.m. a 11 p.m. y domingos de 1 p.m. a 11 p.m.

Si vive cerca de Hatillo y se le antoja hacer un pedido, puede ordenar por Whatsapp al 8322-8839 o directamente al 2254-7046.