Muchos costarricenses desearían que diciembre dure más de un mes para que la época navideña tarde más.

Por eso en La Teja vamos a complacer a todos los amantes de la Navidad, haciendo que diciembre arranque desde este viernes 1 de noviembre y dure 61 días para que le rinda de lo lindo.

Pero, al igual que nosotros hay otro montón de familias que nos entienden y ya pusieron el árbolito desde ya, pusieron a los chiquilines a escribir la carta al niñito, sacaron el pasito, los manteles de Santa Claus y las luces que llevan un año sin encenderse.

Ya vemos el espíritu de colacho, los villancicos y el olor a tamal en muchas casas de ticos que aman la Navidad y los comercios están cargados de decoración roja, verde y blanca.

De por sí, ya casi cae el aguinaldo y la Navidad y seamos honestos, es esa época que todos quieren que se prolongue para poder estar más tiempo felices, cada quien a su manera y al alcance de cada bolsillo.

Kelly Mata, una docente cartaginesa es de esas personas que aman la Navidad. La maestra confiesa que su diciembre empieza en octubre, cuando pone en su casa las primeras decoraciones navideñas.

Incluso, cuenta que una vez que pasa el 15 de setiembre empieza a ver qué adornos y decoración del año anterior va a usar para la Navidad y le pone atención a las ventanas en los comercios.

Ella le va incorporando elementos navideños a su hogar conforme se acerca el 24 de diciembre.

Ese espíritu navideño se lo trasladó a su hijo Noah, de 11 años y entre ambos siempre esperan con ansias noviembre.

“Es como una energía que nos conecta y además, lo veo tan ilusionado y motivado (a Noah) que me motiva a decorar más, como para que le rinda el tiempo. Si uno lo pone todo el primero de diciembre se va tan rápido. Mejor que dure más”, dice la educadora.

Ella recuerda sus navidades de infancia con mucha ilusión, por lo que no deja que esos lindos momentos se pierdan con el paso del tiempo, para así poder revivirlos año a año con con su hijo.

“De chiquita, seguro me portaba bien porque el Niño me traía de todo, yo hacía carta, pero no pedía cosas ostentosas. Eran normales. Me encantó cuando me trajo una bici, me marcó porque soy muy deportista”, dijo.

Contó que sus papás siempre se sacrificaron por dar esas cositas, pero confesó que hubo algo que nunca le regalaron y que siempre pedía. “Animales, quería un caballo, una vaca, un perro, pero chiquitos, en bebé. Nunca me lo regalaron”.

Sin embargo, hoy se quita las ganas pues tiene siete gatos, un perro, peces, una tortuga y todos esperan su regalito el 25 de diciembre por la mañana.

“El veinticuatro no me gusta salir a ninguna parte. La pasamos en casa, nos acostamos y el veinticinco abrimos los regalos a la hora que nos levantemos, incluido cada animal, ellos también los esperan. Es una época demasiado linda”, dijo Kelly.

Antidepresivo

La sicóloga Esther Flores dice que en muchos casos, aquellos que adelantan la Navidad lo hacen como una manera de evadir una dura realidad.

“Aunque digan que no hay plata para los regalos, la Navidad funciona como una válvula de escape, algo light, como el fútbol, que apasiona y les hace olvidar que la vida está complicada”, dijo.

También agregó que la Navidad provoca un estado de bienestar, de paz y de unión familiar y que como son sentimientos positivos, la gente quiere adelantarlos y prolongarlos.

“Los cambios económicos traen a la población un estado de preocupación, los niños ven a sus padres con cara de pocos amigos y se preguntan qué pasa, pero al ver un adorno de Navidad en la casa, la gente se desengancha. Hay una nueva ilusión y las personas se automotivan, aunque la vida esté terrible”.

La profesional también comentó que existe la trampa del comercio y muchos caen en ella. Ese grupo de personas forma otro rubro de razones por la que la gente adelanta la Navidad. “No podemos dejar de lado la estrategia del mercado”, recalcó.

Por supuesto, a muchos les gusta la Navidad porque es una época donde cae la platica del aguinaldo y eso implica fiestas, reuniones con amigos y con la familia, aunque no les guste decorar mucho, como le pasa a Francisco Oviedo.

“Me encanta, pero no pongo nada en la casa, a lo sumo unas luces. Cuando vivía con mi mamá, ella sí era más de poner árbolito y todo eso. Me gusta mucho verlo, pero no tengo paciencia para ponerlo”, dijo.

Así que, no lo piense mucho. Si le gusta la Navidad, y sus adornos están guardados sáquelos y decore que este diciembre tiene 61 días y recuerde que en La Teja le deseamos una feliz Navidad desde ya.