La Sirena de Esterillos ya regresó al lugar que ama, el mar, permitiendo así que don Fernando Mora Jiménez pueda seguir admirándola, sobre todo ahora que la dejaron más guapa que nunca.
Hablamos con Sara Fage de Casa Fage, la empresa artística que se encargó de la restauración de la sirena después de que los vecinos de Esterillos se unieran para recuperar la escultura que se arrancó de su base por el desgaste que provocó el mar.
Lo que se le hizo fue una función artística de bronce a toda la cera perdida y restauración artística de bronce. La sirena pasó por el quirófano en Alajuela, que es donde está el taller de Casa Fage. Sara es hija de don Anthony Fage (ya falleció), quien se encargó de fundir obras tan representativas para el país como La Chola que está en San José centro.
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“Los vecinos de Esterillos nos trajeron la escultura en agosto del año pasado y nosotros la entregamos antitos de Semana Santa de este año. Estaba muy dañada por que se cayó, por la falta de mantenimiento.
“Se le realizó una reconstrucción total. Antes de que se cayera ya le hacía falta una parte de la cola que se la hicieron de metal, no de bronce, también esa parte la pusimos nueva en bronce”, cuenta la artista.
Por dentro la sirena estaba rellena de cemento. El cemento se hizo con arena de mar por eso hasta conchas encontraron. Cuando le quitaron todo ese cemento la escultura se desarmó solita, pero bueno, eso facilitó el trabajo de limpieza profunda a lo interno.
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“Ya quedó una sirena para varias décadas, eso sí, todo depende del mantenimiento que le den. No pueden dejar que pasen años y años sin mantenimiento”, explicó Sara.
La sirena de don Fernando
En la playa de Esterillos oeste es donde está ya reubicada la escultura de la Sirena de Esterillos. Esta playa está en el cantón de Parrita, Puntarenas. Para que nos entendamos mejor, entre playa Bejuco y playa Hermosa.
Cuenta la linda historia, tirando a leyenda, que don Fernando Mora Jiménez, un pescador artesanal de la zona, un día de pesca vio una sirena. Todavía no se sabe si la vio o se lo soñó, lo cierto es que la describió como una mujer hermosa, con una gran trenza de pelo.
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Al pasar de los días don Fernando extrañaba ver a su sirena y por eso agarró sus ahorros y compró un pequeño lote junto a la playa y justo frente a las piedras donde vio a su sirena. En ese lugar se puso la estatua que con mucho amor hizo el escultor puriscaleño Albino Valverde.
Tanto don Albino como don Fernando, nos cuenta Sara, estuvieron presentes cuando ellos visitaron Esterillos y se informaron de todo para realizar una restauración lo más apegada a la sirena que don Fernando vio. Estaban superfelices del trabajo que le harían a la obra.
Esterillos ya vuelve a lucirle a los turistas, con gran orgullo, su querida sirena que ha sido parte del paisaje marino desde hace 40 años. Está ubicada a unos 250 metros de la orilla, fue fundida originalmente en 1994, tiene 2 metros de alto, 80 centímetros de ancho y de fondo con la cola son como 2 metros.