La romería en silla de ruedas nació en el 2004, gracias a la idea de un hijo del matrimonio de doña Nubia Jaime Bravo y don José Astúa Guzmán.
Llenos de dudas y, por qué no, miedos, los esposos organizaron la primera edición, a la cual solo llegaron ocho personas en silla de ruedas, quienes comenzaron a peregrinar desde el parque de Zapote (son como 21 kilómetros).
Esta linda historia mariana nace de la mano de estos esposos y del Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare), en donde se habían formado tres grupos de personas en silla de ruedas para que socializaran compartiendo experiencias y fortaleciendo lazos de amistad.
Para el 2004, doña Nubia y don José vivían en Quepos y tenían una especie de cabinitas que, con mucho gusto, se las prestaron a uno de esos grupos del Cenare para que fueran a disfrutar del mar y pasaran un día bien entretenido.
“Desde el primer contacto con ese grupo nunca más nos hemos separado hasta el día de hoy. Comenzó una relación en la cual, una vez al año, ellos iban a Manuel Antonio y se quedaban donde nosotros. Nos convertimos como en los padrinos de ellos, por así decirlo.
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“En medio de tanta amistad y buenos momentos que pasamos a uno de mis hijos, Luis Miguel el menor, (el matrimonio brumoso tiene otros dos hijos, José Alexis y Juan Carlos), se le ocurrió una idea, porque nos habíamos venido para Taras de Cartago, y nos dijo: ‘¿Por qué no hacen la romería con todas las personas en silla de ruedas?’”, recordó don José.
Decirle que sí a la idea del hijo no era tan fácil, según recuerda doña Nubia, porque no sabían nada del tema y les daba temor que muchas cosas pudieran salir mal o no salieran del todo.
Les estamos contando esta historia de fe y devoción por la Negrita como parte de la sexta entrega de nueve historias de amor hacia la Virgen de los Ángeles, durante los días que dura la novena de preparación para la fiesta de la Patrona de los ticos. Por decirlo de alguna forma, hacemos una novena editorial.
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Primera y primer gran error
“Es que una romería en silla de ruedas era algo casi nada conocido en aquel 2004, no sabíamos ni por dónde empezar, a quién buscar o a dónde ir para empaparnos un poco más de un tema que casi nadie conocía.
“Venciendo las dudas y todo lo que pudiera verse como negativo organizamos la primera romería en silla de ruedas. Como creímos que era lógico y normal, la organizamos para el 1° de agosto, tal y como lo hace todo el mundo… ¡tremendo error!”, reconoció doña Nubia.
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¿Por qué un gran error? Nos explica este matrimonio, quien amablemente, nos recibió en su casa que está en Hacienda El Rey, frente al Parque Industrial de Cartago, que haberse decidido por un 1° de agosto les provocó que todas las personas en silla de ruedas, que ellos coordinaron, se mezclaran con los miles y miles de romeros que también iban ese día para la basílica.
“Usted ni se imagina, aquello fue tremendo. Nadie nos daba campo, chocábamos con todo el mundo. Eran solo ocho personas en silla de ruedas con nosotros dos y nuestros tres hijos, no había ayudantes ni nada, entonces todo se complicó entre el mar de gente.
“Otro gran error que cometimos fue que la organizamos de noche; o sea, cuando más gente a pie va y, la verdad, hubo momentos en que no sabíamos ni para dónde agarrar. Fue una muy dura primera experiencia, pero nos enseñó mucho, aunque duramos como 10 horas llegando a la basílica”, aseguró don José.
Se lograron 15 seguidas
Doña Nubia recuerda que ya con la experiencia de la primera se acomodaron mejor y lejos de desanimarse, agarraron más fuerza y, sin dudarlo ni un segundo, finalizada la del 2004 comenzaron a alistar la del 2005.
“Por supuesto, jamás volver a organizarla un 1° de agosto, por eso la cita del 2005 fue ocho días antes; además, comprendimos que cada persona en silla de ruedas necesitaba por fuerza llegar con un acompañante que ayudara a asistirlo.
“El éxito del evento fue creciendo tanto que se hicieron 15 romerías en silla de ruedas seguidas y hubiese seguido, pero nos frenó la pandemia en el 2020. La última que hicimos, la del 2019, fue con 230 personas en silla de ruedas con sus acompañantes”, reconoce con alegría doña Nubia.
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Justo el domingo 28 de julio, desde Taras de Cartago, arranca la romería 16 para personas con silla de ruedas. Nos cuenta el matrimonio que ya hay como 250 personas en esta condición, cada una con su acompañante, que ya confirmaron su presencia.
Si usted está leyendo esta nota en la web 24 horas antes, puede llamar a don José o doña Nubia al 8821-8738 para ver si tienen un campito más. No lo dude, llame porque la Negrita, estamos seguros, se moverá para ayudarle.