La pandemia hizo que el recorrido de la antorcha de la libertad y las celebraciones del 199 aniversario de la Independencia de este año fueran muy distintas a lo que estábamos acostumbrados.
Sin embargo, el covid-19 no logró apagar el amor por la Patria.
Los farolitos no brillaron en las calles, pero sí en las casas. Miles de estudiantes se empuncharon a hacer su mejor farol para los actos cívicos virtuales que organizaron sus maestros.
“En estos tiempos donde muchos están muriendo física, psicológica y económicamente debemos incentivar esperanza y fe en nuestros niños y qué mejor manera que celebrando nuestra Independencia”, comentó Yassirika Alemán, una de las muchas mamás que junto con sus hijos elaboraron rincones patrios y realizaron desfiles dentro de sus hogares.
Su hijo Aarón Solano Alemán, del Sistema Educativo Whitman, y su sobrina Mariale Meneses Alemán, de la escuela San Blas de Moravia, hicieron farolitos muy lindos.
Así como esta familia, miles de niños lucieron orgullosos sus faroles. Los de segundo y tercer año de la escuela José Ana Marín Cubero, de Coronado, nos mandaron fotos de cómo les quedaron.
100 mil farolitos virtuales
También hubo una iniciativa para encender farolitos virtuales, donde más de 100 mil ticos se apuntaron.
Se trató de la iniciativa Iluminemos Costa Rica, realizada por el MEP y la empresa Dos Pinos, con la cual las personas encendieron un farol en su teléfono celular o computadora en la dirección mifarol.com y podían escoger el diseño favorito.
Esta iniciativa además de alentar el fervor patrio también le mete el hombro a muchos ciudadanos, pues entre más gente se apunte, Dos Pinos donará vasos de leche a cinco organizaciones benéficas que atienden a niños, habitantes de la calle, adultos mayores y personas de comunidades en condiciones adversas.
Las organizaciones sociales que recibirán las donaciones de leche son la Fundación Lloverá (apoyo para la reinserción social de habitantes de la calle), Casa de los Niños (comedor infantil), Juntos por Guanacaste (atiende diversas organizaciones), Fundación Somos (de la zona sur del país) y Asociación de Adulto Mayor (de Cariari, Limón).
“Esta nueva realidad no es impedimento para resaltar el fervor patrio, el desfile de faroles es una tradición que nos lleva a recordar el orgullo tico, por lo que este año la iniciativa Iluminemos Costa Rica es la forma de unir un país y recordar que juntos vamos a superar los retos de este 2020”, comentó Luis Mastroeni, director de Relaciones Corporativas y Sostenibilidad de Dos Pinos.
La iniciativa estará disponible hasta el 15 de setiembre al mediodía.
Recorrido muy distinto
El recorrido de la antorcha también fue muy distinto.
El fuego libertador no recorrió a pie el territorio nacional, en la manos de estudiantes sino que se hizo de manera virtual, para evitar molotes y contagios.
En un mapita se mostraba el avance de la antorcha a través de 373 kilómetros, desde Peñas Blancas hasta Cartago.
También se hicieron homenajes estudiantiles en tres puntos del país, como por ejemplo al personal del Ministerio de Salud que ha estado en la primera línea de atención ante la covid-19.
El homenaje, que era un acto muy corto, lo realizaron estudiantes que llevaban mensajes de agradecimiento, cartas y pancartas.
La antorcha permanecía una hora encendida en el pebetero con una guardia de honor.
El domingo se hizo uno de estos homenajes en La Cruz, Guanacaste, en un ebáis.
Para este lunes hubo otro en el Ceaco, en La Uruca, a mediodía y en el Ministerio de Salud, en San José, a las 2 p. m.
El estudiante Daniel Ponce Chavarría, de noveno año, del Colegio Técnico Profesional de La Carpio, entregó la antorcha en el Ceaco en representación de los estudiantes del país y también llevó consigo mensajes de agradecimiento al personal hospitalario.
Los mensajes expresaban frases como: “Gracias héroes de verdad” y “Ustedes son nuestra inspiración y esperanza”.
Horas más tarde, en Cartago, se realizó una sesión del Consejo de Gobierno ampliado, de forma virtual.
Los encargados de encender el pebetero con la llama de la libertad fueron dos funcionarios de Salud. Marco Vargas, jefe del Centro de Atención Especializado para Pacientes con COVID-19 (Ceaco), y Nancy Durán, enfermera del hospital Max Peralta.
El acto fue a las 8 a. m. frente a las ruinas de la antigua iglesia de Santiago Apóstol y asistió el presidente Carlos Alvarado junto con la primera dama, Claudia Dobles; la ministra de Educación, Giselle Cruz; el presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Román Macaya y los diputados de la provincia.