Si la montaña no va a Mahoma, Mahora irá a la montaña... Como los devotos de la Negrita no pueden ir a visitarla este año, ella irá a visitarlos.
Ante la solicitud de la Iglesia Católica para que los católicos no hagan la romería hasta la basílica de Los Ángeles por la pandemia, el padre Fernando Hernández, párroco de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Hatillo centro, se le ocurrió una bonita idea para que los vecinos de esta comunidad josefina le rindieran honor a La Patrona de Costa Rica.
Desde que inició la pandemia en el país y se cerraron los templos, los sacerdotes han estado trabajando en formas ingeniosas para llevar la iglesia a los hogares y bajo esa premisa es que el padre Hernández les pidió a sus fieles decorar unas casitas de cartón que entregaron en junio anterior con las celebraciones en honor al Sagrado Corazón de Jesús.
Las cerca de mil casitas ocuparon las bancas de la parroquia en representación de cada familia que no ha podido acudir de manera presencial, para que sientan esa cercanía.
“Una de las cosas que teníamos que entender es que la Iglesia cambiaba, que tenía que ser virtual, pero no lejana. Teníamos que entender que ahora es la iglesia la que tenía que estar en las casas, en las familias y la comunidad y a partir de ahí nos surgió la idea de hacer un eslogan que dice ‘en mi familia está la iglesia'”, explicó el párroco.
Los sacerdotes de Hatillo, junto con tres colaboradores, armaron una especie de villa con 700 casitas y con la imagen de La Negrita arriba de ellas para dar la impresión de que está bendiciendo a su pueblo.
“Hago el llamado para que no vayamos a Cartago estos días, que entendamos que la Virgen de Los Ángeles nos ama y que la primera que quiere cuidar de nosotros es ella y que como mamá nos dice, ‘no salga, no se exponga usted ni a los demás'. No vamos hasta donde está María, pero ella viene hacia donde estamos cada uno de nosotros”, agregó el padre Hernández.
Finalizó diciendo que las promesas que nosotros tenemos, las podemos cumplir en cualquier otro momento porque para María no hay tiempo ni espacio.
Vivir la fe
Una de las familias que se apuntó a la iniciativa fue la Campos Segura, integrada por Roberto, Andrea y sus hijos Santiago de 11 años y Mateo de seis, así como la abuelita Bernardita Zúñiga.
Ellos pintaron la casita, le pusieron una base de zacate y fotos de la familia, incluido don Gerardo Segura, papá ya fallecido de doña Andrea.
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“Es como un acto de fe al poner ahí en oración a toda la familia. Todos nos sentamos y trabajamos conjuntamente y más que decorarla como pasatiempo, era plasmar lo que la casita iba a representar en la iglesia”, comentó Andrea Segura.
Agregó que para su familia ha significado mucho porque el día de la celebración, cuando mostraron cada una de las casitas, vieron que la colocaron en las primeras bancas del ala derecha de la iglesia, donde solían sentarse durante las misas presenciales.
“Eso nos reafirmó que no era necesario estar físicamente en el templo para poder vivir la fe. Más bien esto ha sido una actividad que ha llevado al despertar de la Iglesia Católica y cómo esto puede acercar más a las familias, a los jóvenes y a los niños a la vida en comunidad”, agregó Segura.
Vestición
Este sábado, a las 11 a. m., será la tradicional misa de la vestición de la Virgen, pero este año la prenda que engalanará a la imagen fue mandada a hacer por la iglesia, según lo confirmó el obispo de la diócesis de Cartago, Mario Quirós.
“El vestidito de la sagrada imagen, por las circunstancias especiales, se mandó a confeccionar aquí en Cartago, con motivos afines al momento”, dijo el obispo brumoso.
Además, la misa será dentro de la basílica y contará con la presencia de 20 fieles y los restantes 55 cupos que permiten las autoridades de salud, serán sacerdotes y seminaristas, confirmó el padre José Francisco Arias, rector de la basílica.
También, desde la iglesia se bendecirán los trajes que las devotas hicieron para la Virgen.
“Hago un llamado a cuidarnos, no salir a hacer la romería. Que vivamos la fe desde nuestros hogares y que la expresión de nuestra devoción sea ahí. Que sea como inició la Iglesia hace 2.000 años, descubriendo la grandeza del evangelio y el vivir con Dios”, comentó Arias.
A este viernes a las dos de la tarde no había llegado ningún romero a la casa de la Virgencita, por lo que el padre Arias espera así sea el resto del fin de semana.
Para que usted siga de cerca las misas y actividades programadas, podrá visitar las redes sociales de la basílica nuestra señora de Los Ángeles.
La misa oficial del 2 de agosto será a las 10:30 a. m. Este año tampoco habrá la tradicional pasada.
Colaboró Fernando Gutiérrez