La seriedad con la que el OIJ actuó en la captura del estudiante cartaginés, quien amenazó por Facebook realizar una matanza en el colegio San Luis Gonzaga, es digna de reconocer.
Y ojalá que las medidas se seguridad anunciadas en ese centro educativo se sigan aplicando con rigurosidad y los directores y educadores de otros centros educativos echen para su saco.
Vuelvo con el tema a raíz del nuevo ataque ocurrido en un colegio de Estados Unidos la tarde del martes. Las investigaciones determinaron que los dos alumnos (un hombre y una mujer) utilizaron al menos dos armas de fuego durante el tiroteo en el que murió uno de sus compañeros de clase y ocho resultaron herido.
La noticia sacudió a esta comunidad de Colorado que hace apenas unas semanas conmermoró el 20º aniversario de una de las peores masacres escolares en ese país.
El ataque a la escuela STEM Highlands Ranch del martes por la tarde, ocurrió apenas a unos kilómetros de la Escuela Secundaria Columbine, algo que de inmediato planteó preguntas sobre si los atacantes se inspiraron en esa masacre de 1999.
La policía dijo que Devon Erickson, de 18 años, y otra estudiante más joven, que no fue identificada, entraron a la escuela por una puerta sin detectores de metal y abrieron fuego con dos armas contra los estudiantes en dos salones de clase.
Estas situaciones son para que nuestras autoridades, educativas y de seguridad, reflexionen sobre la Costa Rica en la que vivimos hoy, donde la influencia de las redes sociales en nuestros jóvenes es muy fuerte, y donde el bullyng en es un asistente indeseado en muchas aulas.
Prevenir, estar alertas y tener bien escaneados los comportamientos de los alumnos son armas para prevenir una lamentable tragedia. Avisados estamos.