Lucía Zavaleta Ovares, jugando para el cantón de Esparza, ganó cuatro medallas de oro en el tenis de mesa de la actual edición 40 de los Juegos Deportivos Nacionales Icoder 2022-2023.
Uno lee ese dato muy rápido, pero en realidad, atrás de esos cuatro oros hay sacrificio, largas jornadas de entrenamiento, rifas para ajustar plata y mil carreras diarias de la familia.
Luchi, como le dicen sus amigos, tiene 15 años de edad y 7 de jugar tenis de mesa. Comenzó de pura casualidad, tanto así que los papás no se la quisieron jugar cuando les dijeron que ella tenía talento para esta disciplina deportiva y buscaron una voz experta que se los confirmara.
Jorge Reyes, quien falleció en setiembre del año pasado y era entrenador de la Asociación de Tenis de Mesa de Esparza y las selecciones nacionales de la disciplina, fue a quien buscaron los papás de Luchi, doña Sandy Ovares y don Carlos Zavaleta, a ver si era cierto que tenía habilidades especiales para el tenis de mesa. Don Jorge la vio y sin dudarlos les dio la “bendición”.
“Para mí el tenis de mesa es todo. Es un deporte que me encanta, lo disfruto mucho. Me gusta aprender todos los días algo nuevo de este deporte, por eso trato de estudiarlo siempre que puedo. Hay que entrenar, pero también hay que estudiar la ciencia deportiva”, analiza la atleta.
Los cuatro oros de la representante del cantón de Esparza fueron en: dobles femeninos, dobles mixtos, por equipos e individual. Todos en la categoría sub-15. Gracias a esas cuatro medallas fue nombrada por la Federación de Tenis de Mesa como la mejor atleta femenina de Juegos Nacionales.
Viajar y viajar
Antes de tanto oro, Luchi ha tenido un año complicado porque vive en Taras de Cartago y como no puede ir todos los días a entrenar a Esparza, algo que sale carísimo, es menos caro viajar, al menos, dos veces a la semana al Salón Nacional de Tenis de Mesas, ubicado en el Parque de La Paz en San José.
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“Mis días son complicados, como hasta las 3:40 de la tarde voy al colegio (estudia en el Liceo Bilingüe San Nicolás de Tolentino dentro del proyecto de francés como segundo idioma y por eso lo habla perfectamente), salgo en carrera y me está esperando mi mamá con el maletín de las cosas de tenis de mesa y la merienda que me la como en el bus porque tengo que llegar al Parque de la Paz antes de las 5 de la tarde.
“Terminan los entrenamientos a las 8 de la noche y voy llegando a la casa antitos de las diez de la noche, puede ser después, depende de la presa. Llego a hacer tareas y a alistar todo lo del otro día. Eso lo hago dos veces por semana”, explica Luchi.
La mamá nos aclara que cuando se vienen épocas de torneos necesita entrenamientos constantes, se va a quedar en la casa de otros atletas ya en Esparza. Eso sí, las notas del colegio deben ser puras tejas.
No hay problema para Luchi porque además de los oros en Juegos Nacionales este 2023, cerró, por así decirlo, con oro en las notas de tercer año ya que hasta se ganó un puesto en el cuadro de honor del aula.
Equipo familiar
La atleta está en el tenis de mesa gracias a un trabajo casi perfecto del mejor equipo de apoyo que puede tener, su familia: la mamá está encargada del departamento de traslados, alistado de uniformes y preparación de meriendas; el papá le mete duro al departamento de finanzas y los dos hermanos son del departamento de soporte emocional porque la apoyan en todo momento.
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El año pasado todo el equipo familiar tuvo una de sus pruebas más duras, Luchi soñaba con ir a un campamento de entrenamiento de tenis de mesa en Francia, pero no tenía un cinco, así que en casa todos se movieron e hicieron rifas, vendieron gomitas y ayudaron como fuera, por eso, además del gran empujón que les pegó el Comité Olímpico Nacional, la atleta logró su sueño.
“No es cierto que solo con dinero se puede practicar un deporte. El tenis de mesa es caro. La raqueta que usa Luchi, solo la madera, cuesta 80 mil colones, cada hule (son dos porque la raqueta tiene dos caras), vale 45 mil colones. Para nosotros como familia es muy difícil comprar cada raqueta que ella ocupa y cuando estuvo en Francia se dio cuenta que esa raqueta tan cara aquí es de las de menos clase para la gran élite mundial.
“Ya el próximo sábado tiene competencia por el ranking nacional y es importantísima porque de acuerdo al ranking nacional se dan las posiciones para Juegos Nacionales, o sea, el próximo sábado comienza el proceso de los Juegos Nacionales 2024 y eso como mínimo son 50 mil colones entre inscripciones y anualidades.
“No los tenemos ahorita, no tenemos idea de cómo haremos, creo que me toca hablar con la Federación de Tenis de Mesa para exponerles mi caso y que me den tiempo para pagar, sin embargo, estamos positivos todos en casa”, explica la mamá.
Luchi está en la selección nacional de tenis de mesa en categoría mayor y en categoría menor, recordemos que solo tiene 15 años.
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Este 2023 las carreras no se detienen, va a seguir entrenando fuerte, viajando, merendando en los buses de Cartago-San José y dándolo todo en el cole porque es su último año, después, viene la universidad, dice que le encantaría estudiar biotecnología.