“Un paciente de influenza se puede complicar y terminar en una Unidad de Cuidados Intensivos con ventilación mecánica por lo tanto compite por los mismos recursos que un paciente que se complica de COVID-19”.
Así de claro y contundente fue este domingo el presidente ejecutivo de la Caja, Román Macaya, para explicar la importancia que tiene la campaña de vacunación contra la influenza que inicia este lunes.
La influenza es una enfermedad respiratoria a la que hay que prestarle muchísima atención porque en caso de no hacerlo, puede ser más hasta más mortal que el propio COVID-19.
La infectóloga Gisela Herrera destacó que es importante protegerse contra este virus, porque en caso de que ataque al cuerpo no solo provocará daños en el sistema respiratorio, sino que puede afectar otros órganos.
"Este es un virus que puede afectar los tejidos que rodean al corazón y al cerebro, provocar insuficiencia renal y también ocasionar infecciones bacterianas.
“Si a una persona le da influenza y es un niño o un adulto mayor, lamentablemente no le irá muy bien, porque esta enfermedad puede progresar y convertirse en una neumonía y tendría que usar un respirador artificial y estoy segura de que en este momento nadie quiere permanecer en una Unidad de Cuidados Intensivos”, dijo Herrera.
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Más vacunas, menos contagios
La especialista manifestó que aplicarse este medicamento es importante porque entre más personas estén vacunadas, menor será el contagio entre la población.
“Las vacunas lo que tienen es el efecto de inmunidad de rebaño, entre más gente esté vacunada, menos será la afectación entre quienes no lograron colocarse el medicamento.
"En el país afortunadamente, a nivel privado se puede conseguir muy barata y la Caja tiene una campaña muy fuerte para que todos los grupos de riesgo se la apliquen”, expresó.
Para Herrera, en este momento es contradictorio no ponerse la vacuna contra la influenza, cuando se está corriendo para que haya una vacuna contra el coronavirus.
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“Si estamos deseando que haya una vacuna contra el coronavirus, no entendería por qué no se aplicarían la vacuna contra la influenza, sabiendo que es tan efectiva, tan barata y que gracias a la seguridad social del país está disponible para una buena parte de la población”, añadió.
La infectóloga recomendó seguir el cronograma establecido en la Caja y si se la debe colocar en una farmacia ir lo más pronto posible.
“La vacuna hace efecto 15 días después de su colocación. Recordemos que con la llegada de las lluvias empiezan a aparecer las enfermedades respiratorias y entre más pronto la tengamos en el cuerpo mejor, para que se proteja de este virus”, manifestó.
No todos el mismo día
La campaña de vacunación de este año será distinta en relación a la de años anteriores, pues se estableció un horario especial, con el fin de evitar aglomeraciones en las clínicas y ebáis (ver imagen).
De esa manera, las vacunas se aplicarán desde el 4 de mayo y hasta el 3 de julio. Cada persona deberá revisar en qué fecha le corresponde vacunarse, según la primera letra de su primer apellido.
Así por ejemplo, quienes sean de apellido Barrantes podrán asistir en la semana del 4 al 8 de mayo, quienes tengan el Flores como primer apellido lo harán en la semana del 18 al 22 de mayo y quienes se apelliden Tijerino podrán hacerlo en la semana del 22 al 26 de junio.
En este momento están pendientes de llegar 200 mil dosis para los bebés de 6 meses a 3 años. A ellos la vacuna se les comenzará a poner el 18 de mayo y en este caso la campaña finalizará el 17 de julio. Es importante que papás, mamás y encargados estén pendientes de la fecha en la que les corresponde vacunar a sus bebitos.
Los adultos mayores serán prioridad y podrán ir, cumpliendo la regla del primer apellido, a colocarse la vacuna de 7:30 a.m. a 10 a.m.
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En total, se disponen de 1.100.000 dosis para grupos de riesgo de tres años en adelante, aseguró Macaya. Pero, ¿quiénes se pueden poner las vacunas en los centros de salud?
Macaya agregó que se benefician todos los niños con edades entre los tres y siete años, los adultos de más de 59 años y las personas de 7 y hasta los 58 años que forman parte de los grupos de riesgo.
Acá se incorporan aquellos pacientes con diabetes, con problemas del corazón, personas con enfermedades respiratorias como asma o epoc (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), pacientes con cáncer (si están en el periodo del tratamiento que puede vacunarse), personas con VIH, personas con obesidad mórbida y las embarazadas.
Por otro lado, Leandra Abarca, coordinadora del Programa de Inmunizaciones de la Caja. explicó que se buscaron lugares seguros y apropiados para instalar los vacunatorios fuera de los servicios de salud, por lo que recomienda a los asegurados consultar si se podrán colocar la vacuna dentro o fuera del centro de salud.