Más de 30 miembros de la familia Vega Alvarado de Tres Ríos subieron este 15 de setiembre a un sector del cerro La Carpintera para mantener viva una tradición familiar que justo este 2023 cumplió 58 años.
Desde las 4:30 de la madrugada comenzaron a subir en carros, este año al potrero Rosa de la familia Richmond, para respetar la hermosa y patriótica tradición que iniciaron don José Joaquín Vega Masis y su hijo Rigoberto Vega Alvarado allá por setiembre de 1963.
Rodrigo Vega Madrigal forma parte de la tercera generación que mantiene viva la tradición y con él conversamos sobre este evento que se ha vuelto todo un espectáculo para los vecinos de Tres Ríos, porque la bandera incluso se ve desde el parque central de la comunidad.
“Todo comenzó en 1963. Resulta que a papá (don Rigoberto Vega Alvarado) algunas educadoras de Tres Ríos le dijeron que si podía colaborarles haciendo algo diferente para las fiestas patrias, como adornar bien bonito un ventanal o algo así. Papi le dijo que lo dejaran pensar qué hacer bien diferente.
“Papi habló con los otros nueve hermanos y después de analizarlo se le ocurrió poner una bandera de Costa Rica bien grande en el cerro La Carpintera. La primera vez subieron cinco miembros de la familia Vega Alvarado”, recordó don Rodrigo.
Desde la primera ocasión la idea familiar se volvió un éxito entre los vecinos de Tres Ríos y poco a poco fue motivando a más miembros de la familia y pasó de ser una actividad de unos cuantos a una celebración de más de 50 personas que año con año disfrutan tanates siempre que les toca sentarse a planear la llevada de la bandera al cerro.
Este 2023 cumple 58 años de realizarse y no 60 porque hubo dos años en que no se realizó, explica don Rodrigo, en 1975, porque el país estaba de duelo nacional tras la muerte, el 13 de setiembre, de 50 personas en un accidente de bus en lo que hasta hoy se conoce como la Tragedia de La Angostura; y en el 2020 porque el mundo entero estaba encerrado por culpa del covid-19.
“Siempre buscamos hacer actividades cívicas diferentes alrededor de las banderas. No es solamente que subimos a poner las banderas, no. Hubo años en que nos fuimos a dormir al cerro desde el 14 de setiembre para tener todo listo desde la madrugada porque organizamos una carrera patriótica.
“También nos gusta estar desde el 14 de setiembre arriba en el cerro porque aprovechamos el fuego de la Antorcha de la Independencia y con diferentes atletas de la zona se sube esa llama hasta donde se pondrán las banderas y hacemos un acto cívico en el cual cantamos hasta el Himno Nacional”, explicó don Rodrigo.
¿Por qué una bandera de Costa Rica?
Cuenta don Rodrigo que todo comenzó cuando su papá viajó en bicicleta a El Salvador, eso fue por ahí de 1955. Aquel viaje arrancó en Costa Rica y terminó en México, pasando por el resto de países de la región centroamericana.
En uno de los descansos estando en tierras salvadoreñas, a don Rigoberto le dieron una tacita de café que tenía escrito “Costa Rica”. Tomar café en El Salvador con una taza con el nombre de su patria marcó para siempre a don Rigoberto y cuando volvió de México, tras terminar el viaje en bicicleta, le nació en el corazón la idea de en algún momento poner una bandera tica en el cerro La Carpintera.
Ese amor patrio de la familia Vega-Alvarado no nació de un pronto a otro, es una familia con profundas raíces patrias, hay músicos que integraron e integran bandas, hay uno que fabrica mascaradas, que incluso viajaron a España, en fin, el olor a Costa Rica está muy metido en ese hogar.
Para este 2023, comenzaron a planear todo desde junio pasado. Reuniones familiares fueron y vinieron porque son demasiados detalles los que deben cuidar, desde el cafecito y el pintico del desayuno, hasta el sonido para entonar el Himno Nacional.
La bandera que se iza mide 5 metros de largo por 4 metros de ancho, la bandera que se extiende mide 14 metros de largo por 6 metros de ancho. Cuando pasa todo en La Carpintera, la familia baja al parque de Tres Ríos y disfruta viendo desde ahí la herencia familiar alegrando a toda la comunidad un año más.
Por cierto, para el 2024 ya están hablando de romper récords y de hacer lo que jamás han hecho, así que esperen de esta tradición familiar más vida y más amor patrio ¿Con qué nos van a sorprender? Hay que esperarnos un año…¡pero vale la pena!