"Mingo" y "Monserrat" son dos caballos hermanos que llaman la atención en todo lado. Bueno, decirles caballos es exagerar; en realidad son miniruquitos de apenas 86 centímetros de altura.
Si usted amante ir a los topes quizás haya visto pasar a ese par de corrongos del tamaño de un perro. Están en el país porque la caballeriza Manzana trajo al país a Percherón desde el sur de Argentina hace aproximadamente 14 años y aquí lo cruzaron con Rubí, una yegüita chirrisca que ya estaba en el país.
Monse tiene seis años y Mingo año y cinco meses. Este tipo de animales puede llegar a vivir hasta 45 años y se alimentan de pacas de heno, zanahorias, miel de purga y alimento para caballos. Mantenerlos es más barato que con un perro (unos ¢25.000 por mes), pero, eso sí, hay que darles una buena peinada diaria.
Los dos son bien breteadores. No se arrugan cuando los llevan a cuanto tope hay ya sea para trabajar promocionando productos o simplemente para dar un vueltín y que los niños los conozcan.
Los pequeñitos de la casa se ponen como locos cuando los ven. Saben que es como tener al lado a un perro, con la enorme diferencia de que pueden montarlos.
Los responsables de que estos caballitos estén en el país son don Rafael Valverde Solano, mejor conocido como "Manzana", y sus hijos Rafael y Johnny Valverde Chaves. En su familia siempre han trabajado con caballos, su abuelo era carretonero, luego su padre siguió sus pasos y les pasó el gusto a sus hijos.
Nada de ponis
Johnny nos aclaró que estos adorables animalitos no son ponis, sino caballitos miniatura que se caracterizan, entre otras cosas, por su estatura. Los ponis miden de 1,10 metros a 1,48 metros, son más gruesitos y tienen la cabeza más grande y las extremidades más cortas).
Monse y Mingo son como un caballo grande, pero en chiquitico. Suena raro, pero tienen algo en común con los perros y es que son muy amistosos, cariñosos e inteligentes.
Por eso están hechos como a la medida para programas terapéuticos con niños, ancianos o adultos con alguna discapacidad.
Eso es precisamente lo que busca poner en práctica Johnny para ayudar a niños de escasos recursos a los que se les imposibilita acceder a dichas terapias por falta de plata.
"Si hay alguna persona que tenga un terreno que nos quiera prestar o alquilar a bajo costo para ayudar a estos pequeños con equinoterapia gratuita puede contactarme a fin de ayudar la calidad de vida de estos pacientitos", dijo Valverde.
En Estados Unidos se ha entrenado a caballitos de este tipo para que sirvan como lazarillos, es decir, guías de personas no videntes. Ese es otro rasgo en común con los guaticos.
A Johnny Valverde y a sus caballos miniatura se les puede localizar en el número 7107-6631.