Es normal que la mayoría de los hombres tengan cierto grado de curvatura en el pene. La mayoría de las veces es hacia la izquierda y con cierta concavidad hacia arriba, pero también hay curvaturas hacia la derecha, hacia arriba y hacia abajo.
Claro está, las curvaturas normales son aquellas que no dan síntomas ni molestias y están presentes desde el nacimiento; pero suelen ser evidentes a partir de la adolescencia.
Es fundamental señalar que las curvaturas normales del pene no aumentan con el tiempo, es decir, a pesar del paso de los años la curvatura no se acentúa.
Por eso es importante, que cada varón observe con detenimiento su órgano viril para detectar si el grado curvatura ha progresado.
Por el contrario, las curvaturas dejan de ser normales y ameritan tratamiento cuando aumentan de manera progresiva o cuando provocan molestias: ya sea porque causan dolor con las relaciones, dolor con la penetración, dolor con la erección, dificultad o imposibilidad para la penetración.
Al día de hoy, se desconoce el origen de este problema. En algunos casos, se logran identificar engrosamientos, bandas o fibras que traccionan y desvían el pene, como en la famosa enfermedad de peyronie.
LEA MÁS: Banco Nacional le restriega en la cara sus 152 sucursales al Banco de Costa Rica
En otros, la desviación es producto de un golpe o traumatismo que genera el tejido cicatrizal retráctil. Sin embargo, en bastantes pacientes no se encuentra ninguna causa aparente.
Existen diversos tratamientos. Así algunos responden a una serie de esquemas, basados en hormonas, suplementos vitamínicos y sustancias especiales; que disminuyen el grado de curvatura, desaparecen el dolor y las molestias.
También se han utilizado medicamentos inyectados directamente en el pene. A veces es necesario realizar procedimientos quirúrgicos.
La eficacia de los diferentes tratamientos es mejor para aquellos pacientes que consultan tempranamente, desdichadamente muchos no consultan por temor o vergüenza.
Sirva este comentario para motivarlos a consultar, para así resolver el problema de una vez por todas.