Este 2024, en medio de las celebraciones de la Cuaresma, la comunidad católica festeja el jueves 22 de febrero, la fiesta de la Cátedra de San Pedro. Se trata de una tradición muy antigua, con origen en Roma, con la que se da gracias a Dios por la misión encomendada al apóstol san Pedro.
Este festejo también tiene un elemento muy importante. Hace alusión a una silla “real”, en la que se dice que allí se sentó Pedro. Esta reliquia histórica de madera está encerrada en una caja esculpida de bronce dorado, diseñada por Gian Lorenzo Bernini y hecha entre 1647 y 1653. Este monumento está en la Basílica de San Pedro, atrás del altar Mayor.
Esta silla de san Pedro representa el papado, la sucesión ininterrumpida de papas a lo largo de los 2.000 años de historia de la Iglesia. Dado por Cristo mismo a san Pedro en el Evangelio de Mateo, capítulo 13, versículos 16-18, el oficio pastoral supremo de Pedro pasa a cada uno de sus sucesores como obispo de Roma.
Según el sacerdote Fernando Vilchez, en relación con san Pedro, en la liturgia, fundamentalmente, hay tres fiestas.
“La principal es el 29 de junio, en donde se celebra su martirio, junto con el martirio de san Pablo, aunque los mismos no tuvieron lugar el mismo día, pero las fiestas se celebran juntas. Acá se enfatiza sobre todo la figura de san Pedro y se celebra como el día del papa, en donde se ora de una manera especial por el romano pontífice sucesor de Pedro.
“Está también la fiesta del 9 de noviembre, de la dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, que es la catedral del papa en Roma, que es como lo dice la inscripción que está en la basílica, la iglesia que es cabeza de todas las iglesias de la ciudad y del mundo, porque el papa ejerce desde allí su ministerio.
“Y tenemos la fiesta del 22 de febrero, la Cátedra del apóstol san Pedro. La cátedra es la sede desde donde un obispo preside a una iglesia particular, desde donde ejerce el ministerio de pastor, de guía de la comunidad”, expresó.
“Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos”. (Mateo 16,1 8-19).
Un poco de historia
Según el sitio EWTN en su edición digital, “si bien es posible que el propio Pedro se haya sentado en la silla real, esta enfatizó mucho el significado espiritual de la misión única y especial de Pedro y sus sucesores de cuidar el rebaño de Cristo.
“Celebrar la ‘Cátedra’ de Pedro, por tanto, como lo hacemos hoy, significa atribuirle un fuerte significado espiritual y reconocerla como signo privilegiado del amor de Dios, eterno Buen Pastor, que ha querido reunir a toda su Iglesia y guíala por el camino de la salvación”, destacó.