Los vecinos de La Carpio, en La Uruca, están viviendo en un infierno y no por la inseguridad que azota a la comunidad si no por el faltante de agua que tienen desde finales de febrero.

Debido a los racionamientos que está haciendo el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) por el fenómeno de El Niño en La Carpio pasan verdaderas penurias.

No pueden cocinar, tampoco lavar platos, menos bañarse, además se tienen que restringir para ir al baño, pues no hay agua ni para jalar la cadena, afirman que viven en un desierto.

Esta dura realidad está afectando a casi toda la población de esta barriada.

LEA MÁS: ¡Por favor, lea esto! AyA y ESPH angustiados por faltante de agua

Alicia Avilés, de 57 años, y presidenta de la asociación de desarrollo La Pequeña Gran Ciudad que se encarga de levantar la voz ante situaciones que afectan a esta comunidad, comentó que desde el martes anterior la cosa empeoró, pues el agua no les llega en casi todo el día.

“No hay una hora definida en la que llega el agua, prácticamente tenemos que estar con los tubos abiertos y con galones listos para llenarlos”, explicó.

Como líder comunal, doña Alicia ha recibido decenas de quejas, algunas hasta ganas de llorar dan.

Mientras nos atendía en su casa y nos mostraba que de los tubos no salía ni media gota de agua, también recordaba los rudos testimonios que ha escuchado.

“Una señora nos comentaba que no podía jalar la cadena del servicio y que le tenía que decir a sus hijos que trataran de aguantar las ganas obrar porque no había agua para que se fueran los desechos”, recordó.

Los malos momentos no terminan ahí, ya que la mayoría de vecinos tienen que irse añejos para el brete.

“Aquí prácticamente es oler rico con perfumes para ir a los trabajos. En las madrugadas dicen que está llegando agua y algunos recogen y con eso se la juegan, pero no son todos los que han podido recogerla”, explicó.

Martina Madrigal de 49 años y presidenta de la asociación de desarrollo de La Carpio, dijo que la gente prácticamente se está muriendo de sed.

“Al que le sale agua del tubo es un dichoso, hay vecinos que por más plegarias que hacemos no nos sale nada, es bastante difícil porque aquí hay muchos niños y adultos mayores que en serio están sufriendo por todo.

“Aquí la gente no tiene mucha plata para estar comprando botellas con agua, el AyA lo que está haciendo prácticamente es condenarnos a una muerte porque no nos da agua”, añadió.

Cuenta que lo más triste es que a pesar de tener más de un mes con este problema, el recibo llegó carísimo.

“Se pagan entre cuarenta mil y cincuenta mil colones por un servicio que no estamos usando, que nos lo están privando, eso no es justo”, agregó.

Sed en la madrugada

Doña Zaida Zelaya, de 51 años, es una de las más afectadas, su madre, doña Zoraida, de 71 años, padece una extraña enfermedad que según cuenta, en cualquier momento podría partir al cielo.

Con lágrimas, nos comentó que este jueves en la madrugada su madre tenía sed pero al abrir la refri se percató que no tenía nada para darle.

“Eran las dos de la mañana, imagínese la desesperación que tenía al ver que mi mamá me pedía agua y no tenía y aquí las pulperías las cierran temprano por el tema de la inseguridad, entonces, no tenía donde comprar agua o por lo menos una coca, lo que hice fue llamar por teléfono a conocidos para que me dieran agua, a esa hora tuve que salir porque mi mamá se estaba desesperando”, contó.

Estos problemas motivaron a cerca de 50 vecinos a cerrar la calle principal de esta comunidad entre las 9:30 a.m y las 11 a.m como medida de protesta contra el AyA, pues según ellos se han hecho los majes y no les han resuelto el problema.

Afirman que si los inconvenientes continúan, harán otro bloqueo.

Este jueves desde la mañana La Teja solicitó una entrevista con algún encargado en el AyA que nos explicara sobre el faltante de agua en La Carpio, sin embargo, al cierre de esta edición no obtuvimos respuesta.

El martes pasado en conferencia de prensa el AyA informó que harán racionamientos hasta junio debido a la sequía y aseguraron que se verían afectadas más de 114.500 personas principalmente de San José.