Kimberly Loaiza, participante de Dancing with the Stars, reveló que en el 2012 la pasó muy mal ya que tuvo una recaída en la anorexia, un trastorno de la alimentación que tristemente afecta a muchas personas.
Kim, afortunadamente, con los años logró superar sus problemas de alimentación y dice que ahora es otra mujer que se quiere y se acepta tal y como es.
Y sin duda las declaraciones de la joven dejaron al descubierto el infierno que viven muchos jóvenes y sus familias por este mal.
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El psiquiatra José Luis Salas nos explicó que la anorexia es un trastorno de la alimentación en el que las personas se obsesionan con su peso y su apariencia personal y se ven gordas pese a que incluso puede que estén desnutridas.
“Esto se debe en gran medida a la presión social por cómo deben verse las personas. Incluso, afecta en gran medida la forma en la que las familias abordan el tema de la peso, si unos papás pasan diciéndole constantemente a una muchacha que tiene que bajar de peso, eso le va a afectar de mala manera y podría conducirla a la anorexia”, comentó el especialista.
Señales
El siquiatra dijo que, aunque la anorexia puede afectar a cualquier persona, por lo general se manifiesta en mujeres jóvenes, incluso en niñas.
Entonces, para estar alertas, nos detalló cuáles son las señales y síntomas que presentan quienes sufren anorexia y fue claro en decir que para superar ese trastorno alimenticio se requiere un tratamiento integral, que incluya a un médico general, un nutricionista y un sicólogo.
“Estas personas limitan mucho sus comidas, pueden hasta dejar de ingerir alimentos y comenzar a tomar laxantes, diuréticos y a vomitar de forma forzada para perder peso.
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“Una de las principales señales de que alguien tiene anorexia es que empieza a perder peso, pero no se detiene y, pese a estar delgado, no se siente bien consigo mismo, sigue sintiéndose con sobrepeso”, manifestó.
Por lo general, buscan la manera de no comer en compañía de su familia para que no critiquen su forma de alimentarse, mienten sobre la cantidad de comida que ingieren, siempre andan cansados, sufren mareos y hasta desmayos.
El pelo se hace más fino y quebradizo, la piel se vuelve seca, se les baja con frecuencia la presión arterial, a las mujeres se les va la menstruación y también sufren de insomnio y les da mucho frío por la poca o nula grasa corporal que tienen.
También se vuelven irritables, se aíslan, se pasan viendo en el espejo. Siempre buscan ejercitarse de forma extrema, aunque no tienen energía.
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¡No los juzgue!
Salas dice que cuando un padre se da cuenta de que su hijo sufre de anorexia, lo último que debe de hacer es juzgarlo o regañarlo.
“Deben acercarse con calma, decirle que está preocupado por su salud y convencerlo de ir a un médico para que le haga exámenes y puedan conocer cómo está su cuerpo.
“El apoyo de la familia es fundamental, pero solo con ella no podrá, necesita de un tratamiento médico integral que lo ayude a salir adelante y aprende a controlar su trastorno”, explicó.
Es importante que la persona con anorexia comprenda los riesgos que corre si no hace algo por cambiar.
Lo primero que podría pasarle es que caiga en estado de desnutrición y esto le traería problemas de anemia que podrían causarle complicaciones en el corazón como arritmias. Al no consumir suficientes nutrientes su cuerpo se va a ir debilitando y podría desarrollar osteoporosis y sufrir fracturas. También pérdida de masa muscular, estreñimiento, úlceras en el estómago, gastritis y podrían hasta llegar a morir por un problema cardíaco.
Con un tratamiento adecuado, pueden aprender a vivir con el desorden alimenticio y controlarlo.
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Pandemia causó recaídas
La doctora Ana Shapiro, quien también es especialista en Psiquiatría y que trabaja en el hospital Calderón Guardia, dice que durante la pandemia se han dado muchas recaídas de personas que sufren trastornos alimenticios y se debe en gran medida a que los temores que estuvieron guardados en el “armario” salieron debido a los altos niveles de estrés que está enfrentando la población.
“El cambio de vida de las personas debido a la pandemia ha sido grande, ahora la gente está más encerrada en las casas y eso aumenta la ansiedad. El aislamiento genera un estrés mayor al que ya de por sí hay por toda la situación.
“Otra de las cosas que afecta es el estar viendo redes sociales, por ejemplo, ahí salen constantemente fotos de mujeres y hombres con las características físicas que aprueba la sociedad, cuerpos delgados y perfectos que hacen sentir mal a las personas promedio y eso genera depresión y descontento en los pacientes con trastornos alimenticios”, comentó.
La especialista dice que es importante que los papás estén muy al pendiente de sus hijos ya que la mayoría de estos trastornos inician en la adolescencia.
“Los muchachos aprenden a ser como camaleones para ocultar estas cosas, por eso es importante que los adultos estén atentos a las señales que revelen que algo malo está pasando”.
Datos de la Caja revelan que en el 2019 se registraron 958 casos de Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) entre jóvenes de 15 a 19 años. En el 2020 la cifra subió a 1.158.